Las Vegas, 21 nov (dpa) – Miguel Bosé, a sus 57 años, consiguió no derramar una lágima en el un sentido homenaje de amigos y colegas de profesión, convertido en centro del universo de la música latina como Persona del Año, un galardón a toda su carrera que le otorgó la Academia Latina de la Grabación en Las Vegas el miércoles por la noche.
Grandes nombres del espectro musical como Juanes, Carlos Vives, Santana o Julieta Venegas le dedicaron un concierto con versiones de sus propias canciones, recordando toda su carrera, desde los años 80 con temas como “Amiga” hasta los más actuales que ha incluido en sus dos discos de duetos “Papito” y “Papitwo”.
Algunos, como Laura Pausini y el propio Juanes repitieron experiencia al interpretar “Te amaré” y ‘Nada Particular”, respectivamente, con otras caras del espectro musical haciendo versiones tan nuevas que el propio Bosé bromeó con la posibilidad de incorporarlas en un tercer discos de duetos: “Papithree”.
Otros muchos, sin embargo, se lanzaron con temas que nunca antes habían interpretado sobre un escenario. Ricky Martin, por ejemplo, irrumpió con su fuerza habitual sobre el escenario de uno de los salones del Mandalay Bay de Las Vegas para cantar «Bambú».
«De Miguel solo puedo decir que lo admiro y que lo quiero. ¡Cómo me has influenciado chico!”, dijo Martin, antes de hacerle un guiño lingüístico a la madre patria. “Buenas noches Miguel, pásalo de puta madre”.
Más atípicas resultaron las versiones de «Si tú no vuelves» de Alejandro Sanz, forzando un tanto la voz pese a lo emotivo de la situación. Tampoco fluyó demasiado la versión de «Bandido» de la mexicana Julieta Venegas, acompañada por uno de los miembros de la banda argentina Bajofondo, Juan Campodónico.
Como cierre de todo el homenaje, Bosé tomó el escenario tras recibir el galardón de manos de Alejandro Sanz y Juanes (y acompañado de su madre, Lucía Bosé) para interpretar dos temas propios, como gran final de fiesta.
Primero se lanzó con “Nena”, poniendo en pie a toda la sala y paseándose por todo el escenario de lado a lado, con sus movimientos característicos que han marcado una época y toda su trayectoria profesional.
Después, y como estaba previsto en el guión, Bosé aguantó la ovación cerrada del público para terminar con “Sevilla”, una de sus canciones más populares y emocionantes.
Antes, Bosé se fundió en un sentido abrazo con cada uno de los compañeros que le rindieron homenaje, víctima de un saco de halagos y piropos, de cariño interminable. El concierto fue el colofón de una gala con alfombra roja incluida por la que desfilaron sus grandes amigos, gente como Ana Torroja, la ex cantante de Mecano, Juanes, con quien comparte una fundación filantrópica, y el colombiano Carlos Vives, entre otros.
«Lo veo mejor que nunca y no querido dejar de estar aquí para él. Ante todo lo quiero como un amigo y como una gran persona de enorme influencia para el mundo de la música y para España en general como país”, dijo Torroja, ataviada con un vestido rojo de gala.
Juanes, por su parte, con quien comparte causas filantrópicas, indicó que la admiración por «su socio» no solo es en el terreno musical, “de las letras de sus canciones, que me encantan”, sino por la parte social. “Es un gran persona”.
Bosé fue el último en desfilar por la alfombra roja y el último en cerrar su noche, también con palabras de agradecimiento. «Este premio es un honor porque hay pocos que premien el nombre y el apellido. Por un lado el Miguel ciudadano y el Bosé artista, que es el que paga las facturas”. Además añadió que «un artista es una semilla. Las cosas no se hacen en cinco minutos”.
Fue en definitiva, una noche de emociones fuertes para uno de los grandes de la música, idolatrado en América Latina y en esa parte latina de Estados Unidos que cada vez se hace sentir con más fuerza.
Por Liliana Martínez-Scarpellini