La noche anterior al cierre el museo fue plenilunio tiene una estructura polifónica en la que se delinea casi desapercibidamente un país posrevolucionario custodiado por el emblemático museo del edificio de cristal. Una historia distinta, con cierto humor, llena de pasión y que muestra una faceta del México profundo.
El relato comienza con Cecilia y Helena, dos niñas que van con el colegio a visitar el museo de El Chopo en México. Están fascinadas porque es un museo de ciencia natural con animales disecados, esqueletos de dinosaurios y también hay momias. Su madre les cuenta que su tía Marcela está en ese museo momificada y se entusiasman con poder verla. A partir de ese momento, entreverada en varios planos narrativos, conoceremos la historia que llevó a Marcela a convertirse en una muerta incorrupta: su historia de amor con Rómulo, su fallecimiento y su periplo una vez convertida en cadáver.
“Por fin llegamos. La puerta del museo era inmensa, de hierro viejo y enmohecido. Ante ella me sentí más chiquita de lo que soy. En eso, volteé para mirar a Helena, que estaba parada junto a mí mirando a lo alto del edificio, y vi cómo, leeeentamente, abría la boca. Me dijo: Parece que se mueve y se mueve.
Entramos, y ahí, detrás de aquel enorme portón, apareció el colosal esqueleto de dinosaurio que más bien parecía un rompecabezas o uno de esos juguetes para armar; claramente se le veían las partes falsas de plástico. Pero no dejaba de ser impresionante y más colocado a la entrada. Cerquita estaba el perro disecado de siete patas, las pulgas vestidas. ¿Y las momias?, ¿dónde están las momias?, pregunté a mi maestra. Con calma, me dijo la señorita, creo que se llamaba Carmen mi maestra. Nos volvió a formar de dos en dos e inició el recorrido.
El edificio del museo es muy importante para la Ciudad de México. Se trata de una estructura de estilo alemán, prefabricada y desarmable, diseñada por Bruno Möhring para ser cuarto de máquinas de la metalúrgica… Otra vez la burra al trigo, eso ya nos lo había contado en clase.” (Fragmento de La noche anterior al cierre el museo fue plenilunio, La Equilibrista, 2020)
Basada en una historia familiar, la narración se desarrolla entre el pueblo michoacano de Tlapujahua, y la Ciudad de México, bajo el cobijo de uno de los museos icónicos y entrañables, principalmente para los capitalinos: El Chopo.
La vida de los personajes confluye en una sola, la de Marcela, descubierta incorrupta por su esposo y trasladada por su hijastro a Azcapotzalco, pueblo aledaño a la Ciudad de México, y posteriormente al museo de El Chopo. Rómulo, Marcela la viva, Esteban, Marcela la momia, Helena y Cecilia, son los personajes centrales del relato. Un cruce de pasiones, amores y extravíos de aquellos que no pasan completamente el dintel de la muerte, quedan a medias, incorruptos o momificados, y de los que viven a su alrededor y no pueden sustraerse de las pasiones oscuras, tiernas, descarriadas y brutales que inspiran.
Carmen Turrent (México, 1946) radica en la ciudad de Cuernavaca desde hace más de cuarenta años y es profesora de primaria, maestra en ciencias del lenguaje y doctora en literatura mexicana. Ha trabajado en la formación de maestros de lengua y literatura y en educación indígena de su país en la Universidad Pedagógica Nacional; además ha publicado diversos artículos sobre arte, educación y literatura en revistas universitarias, y cuentos como coautora.
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