El marketing educativo consiste en la creación de un servicio, basado en la búsqueda de estrategias que logren establecer una relación firme entre maestros, padres y estudiantes. Esto es, atraer, asesorar y crear un plan personalizado para los alumnos.
Esta clase de marketing trata de dar a conocer el mundo educativo, los métodos han cambiado mucho desde el inicio con la llegada de internet, pues la competitividad ha crecido.
Factores que han impulsado el marketing educativo
En primer lugar, el marketing educativo surgió por factores como la crisis económica, la cual ha supuesto una mayor implicación por parte de los colegios (privados y concertados) en el mundo del marketing y la comunicación como forma de promoción hacia la sociedad.
Por otro lado, la crecida competencia entre los centros se ha visto impulsada también por un “bajón” en la tasa de natalidad, lo que significa que el número de estudiantes ha disminuido considerablemente.
La capacidad de interacción es muy importancia en este tema, pues está claro que cada caso difiere según: necesidades y deseos personales, además, debemos tener en cuenta que cada persona tiene una forma de ser característica.
En primer lugar, el proceso por el que deben pasar los padres comienza por la búsqueda de información sobre distintos centros que pueden encontrarse, así como el tipo de enseñanza que estos proporcionan.
Después, los padres deben estar al tanto de temas como: estudios a los que su(s) hijo/a(s) desean aspirar, así como a qué tipo de escuela o centro pueden optar, y además, deben saber cuánto dinero están dispuestos a invertir.
Técnicas de marketing para los centros
Los futuros alumnos pasarán más, o menos tiempo en la web de la universidad o centro educativo dependiendo de la capacidad que ésta muestre por retenerles, es decir, ya sea ofreciéndoles las respuestas a posibles preguntas que tengan o manteniendo una presencia profesional en todos los formatos, de manera que los mismos estudiantes sean quienes decidan conocer más acerca del centro.
Por otro lado y tras un análisis acerca de la visibilidad online, es importante proporcionar un posicionamiento adaptado para búsquedas geolocalizadas, con acceso en varios idiomas (si se espera contar con una diversidad de nacionalidades).
Así mismo, cabe destacar la importancia de la precisión y segmentación del mensaje a transmitir, es decir, si se hace un uso de un lenguaje entendible y claro, las probabilidades de éxito aumentarán, pues como no todos los alumnos presentan las mismas prioridades, es importante dejar claro sus intereses y objetivos.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que se deberán combinar acciones con campañas de publicidad que se centren en la captación de atención por parte del alumnado, por ejemplo, LinkedIn permite dirigirse de una forma segmentada al público, mientras que Google facilita una visión de la página web en internet, de tal modo se consigue crear una relación. Agregando a lo anterior, la transparencia representa un factor esencial, pues la reputación online es un recurso que se debe cuidar mucho, osea, el centro debe ser consciente de qué se dice sobre la institución en la red, y cómo puede afectar.
Acciones y tácticas
Por un lado, la metodología Inbound es capaz de relacionar las necesidades del comprador con las posibilidades de la empresa, ésta es una de las más reconocidas estrategias de marketing educativo.
En segundo lugar, podemos encontrarnos con el marketing mix educativo, que es un conjunto de acciones o tácticas que puede y utiliza una empresa para promover su marca o producto en el mercado, basándose en los siguientes conceptos: precio, producto, lugar de venta (distribución) y promoción.
El objetivo de aplicar este análisis es: conocer la situación de la empresa y poder desarrollarla de forma específica. Una manera de empezar es realizando un estudio de mercado, representado por cuatro etapas; lanzamiento (el producto sale al mercado), crecimiento (etapa de despegue), madurez (estancamiento venta-demanda) y declive (cese de compra).
Responsabilidad y cambios a mejor
Sobre todo, el marketing educativo debería centrarse más en darse a conocer por el bien de las personas, y no tanto como una herramienta de negocio, es por eso que los centros deberían comprometerse a ser más cuidadoso en algunas ocasiones, ya que su estrategia puede dar lugar a una malinterpretación de los intereses.
Las instituciones educativas tienen la responsabilidad de crear relaciones personales con todo aquel que lo necesite, pues muchas de estas instituciones en ocasiones dan la sensación de que se esfuerzan por parecer aburridas. Por lo tanto, una personalización de la experiencia es fundamental. En el momento en que los estudiantes se sienten atraídos y deciden dar un paso más allá, entran en un flujo, que dependerá de factores como errores que se puedan encontrar en la web, lo que para algunos puede suponer el abandono inmediato de dicha página, al no contar con la funcionalidad esperada por el lector.