Dos millones de españoles, un total de 800.000 hogares, viven con la incertidumbre de quedarse sin vivienda, que se ha convertido en el principal factor de exclusión social, por encima del desempleo. El 18,4% de la población española (8,5 millones de personas) está en exclusión social. Esto significa que hay 1,2 millones de personas más en esta situación que antes de la crisis. De los 8,5 millones, casi la mitad (4,1) están en situación de exclusión social severa por inseguridad de vivienda, desempleo persistente o precariedad laboral extrema.
Así se desprende del VIII Informe de la Fundación Fomento de Estudios Sociales y Desarrollo Social en España (Foessa) sobre exclusión y desarrollo social en España, presentado en la sede de Cáritas en Madrid. El informe subraya la necesidad de una “intervención urgente” sobre el grupo de los “expulsados”, que dentro de esos excluidos suman 1,8 millones de personas (el triple que en 2007).
Casos mediáticos
Y el problema se ha agravado tal como demuestra el último caso del que hemos tenido noticias. Se ha producido en la localidad madrileña de Fuenlabrada. Allí una mujer de 54 años ha sido desahuciada de su vivienda junto a su madre de 82 años y su dos hijas menores, de 8 y 12 años, respectivamente. Poco ha importado la edad de la anciana y la de las dos menores.