Berlín, 20 ago (dpa) – A cuatro años de su nombramiento, Kirill Petrenko asumirá el viernes como nuevo director de la Orquesta Filarmónica de Berlín.
El director ruso iniciará una nueva era, su anhelada presentación en Berlín, con la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven. El concierto será transmitido en vivo en cines. El sábado, la Filarmónica interpretará la Novena frente a la emblemática Puerta de Brandeburgo que será transmitida en vivo por una emisora pública de televisión.
Petrenko albergaba el deseo de estrenarse en Berlín con Beethoven. «La Novena contiene en sí todo aquello que nos distingue como humanos; el bien y el mal», apuntó en la presentación de su primera temporada en Berlín en abril.
El concierto en la Puerta de Brandeburgo forma parte de las celebraciones del 30 aniversario de la caída del Muro de Berlín.
Con Petrenko, séptimo director en la historia de la orquesta, comienza para la Filarmónica una nueva era. Tras el extrovertido director británico Simon Rattle, los berlineses recibirán un maestro a primera vista más reservado.
Petrenko también seguirá siendo Director Musical General de la Ópera Estatal de Baviera en Múnich hasta mediados de 2020.
Sin embargo, el flamante director no fue en absoluto la primera opción de la orquesta para cubrir el cargo más importante del mercado musical europeo.
Hicieron falta dos rondas de votación en junio de 2015 para que los miembros de la Filarmónica se decantasen por Petrenko. Hasta ese momento, Petrenko estuvo al frente de la célebre orquesta sólo en tres oportunidades.
Pero cuando llegó a Berlín tras su nombramiento y para presentarse por primera vez como director invitado, quedó claro por qué la mayoría de los 128 músicos de la Filarmónica habían optado por él.
Tanto la Sinfonía «Haffner» de Wolfgang Amadeus Mozart o la Quinta (Sinfonía) de Pjotr Tchaikovsky y las demás obras que Petrenko dirigió con la Filarmónica fueron celebradas con un efusivo aplauso del público.
Desde entonces, Petrenko se convirtió en uno de los directores favoritos de los aficionados a la música clásica. Este músico de 47 años no es un desconocido en Berlín. Hasta 2007 fue director general de la Ópera Cómica de Berlín con la que celebró grandes éxitos.
Petrenko fue elegido «Director del año» por la revista especializada «Opernwelt» cuando tenía 35 años, distinción que obtuvo nuevamente en 2015.
En Berlín, el ruso sigue los pasos de directores de la talla de Wilhelm Furtwängler, Herbert von Karajan y Claudio Abbado. «Es imposible poner en palabras lo que me está sucediendo a nivel emocional: desde la euforia y gran alegría al temor y la duda, todo esto está presente», declaró tras su elección.
Nacido en 1972 en la ciudad rusa de Omsk en Siberia, se trasladó a Austria con sus padres en 1990. Después de un examen de concierto como pianista se fue a Viena para estudiar dirección de orquesta.
Posteriormente se convirtió en director musical asistente de la Volksoper de Viena y a los 27 años en director musical de Meiningen, en la época de su «aprendizaje», como él mismo la llama.
En Meiningen dirigió una versión sensacional del «Anillo del Nibelungo», el ciclo wagneriano completo, durante cuatro días seguidos, que también ensayó en Bayreuth, con Frank Castorf como director, en 2013.
Petrenko es consciente de las altas expectativas que despierta. «Me expuse a mucha presión en repetidas ocasiones, primero como director desconocido en Meiningen, luego en la Ópera Cómica en el helado invierno berlinés y después en Múnich», detalló.
«Tenemos que ser capaces de lidiar con la presión que generan las expectativas». Sin embargo, para él los músicos de la Filarmónica son una «fuente de energía», dijo. El músico apuntó que tiene que aprender a lidiar con ella y a controlarla.
De hecho, Petrenko ha demostrado hasta ahora cuán flexible y, a la vez, con qué determinación se relaciona con la orquesta. «Esta orquesta tiene fuego en su interior, hay que frenarla para que pueda inflamarse en el momento oportuno», señaló en una entrevista para el canal online de la Filarmónica «Digital Concert Hall».
«Sí», dice Eva-Maria Tomasi, «en el concierto es cuando la Filarmónica se pone en marcha». La violinista filarmónica alaba la «gran concentración» de Petrenko. Afirma que le da pleno significado a cada minuto de ensayo y resalta que él nunca se pone en primer plano.
El violonchelista solista Olaf Maninger dice que el ruso, de una «manera genial» sabe cómo tratar a la orquesta y destacar sus cualidades. Maninger traza paralelismos con Herbert von Karajan en los últimos años de éste al mando de los berlineses. Por entonces, entre orquesta, director y público «saltaban chispas», comentó.
Por Esteban Engel (dpa)