FRÁNCFORT (dpa) – Aunque son espaciosas y útiles, carecen de atractivo, lo que les aleja de los compradores. Las camionetas son el patito feo del mercado automotor, algo con lo que muchos fabricantes pretenden acabar.
Si se cree a Laurens van den Acker, no hay un concepto de vehículo más complejo para ingenieros y diseñadores que el de las camionetas. «Por un lado los clientes siguen demandando espacio, versatilidad y una posición alta en el asiento», dice el jefe de diseño de Renault. «Pero por otro, la clásica van se les ha hecho aburrida. Cuanto más grandes son los coches, más se desploman las ventas», ha observado Van den Acker.
El próximo año llegará al mercado el nuevo Renault Espace, que se despide del concepto conocido de camioneta.
«Aunque queríamos a toda costa un nuevo Espace, que para nosotros es importante como buque insignia al límite de la clase superior, la camioneta como gran formato clásico no tiene futuro, por lo que nos hemos inspirado en el mundo de los monovolúmenes y hemos hecho del Espace un modelo ‘crossover'», explica Van den Acker.
Esa idea queda patente con la mayor distancia al suelo y las grandes ruedas del vehículo de 4,85 metros de largo.
Los franceses han demostrado con el Captur, dos categorías por debajo del Espace, que esta estrategia puede ser exitosa. Mientras que antes la pequeña camioneta Modus apenas se vendía, ahora el modelo que pretende ser un monovolumen cómodo gusta mucho a los clientes, según Renault.
Pero no sólo Renault está buscando nuevos caminos para el desarrollo de la camioneta tradicional. En Volkswagen, por ejemplo, se trabaja en un monovolumen grande entre el Tiguan y el Touareg, según el coordinador de desarrollo de la marca, Ulrich Hackenberg.
Y esto es debido a que las «Soccermums», como se las conoce en Estados Unidos, prefieren un vehículo así a una camioneta. Las madres o los padres que a menudo llevan a entrenar al fútbol a medio vecindario son los más interesados a ambos lados del Atlántico en ese tipo de modelos.
Kia contesta con el Soul a las vans pequeñas como el Nissan Note o el Honda Jazz. El Soul prefiere ser una caja «cool» con esquinas y ángulos marcados que un vehículo familiar.
BMW trabaja en un modelo con techo alto similar al Mercedes Clase B que los bávaros llamarán Active Tourer. La plataforma con tracción delantera es completamente nueva. BMW presentó una idea en el reciente Salón del Automóvil de Fráncfort, pero con mejores ruedas y otras novedades que hicieron difícil pensar en que sea un vehículo ideado más para poner sillas de bebé en el asiento trasero y acumular cajas de pañales en el maletero.
También en el caso del prototipo del nuevo Ford S-Max se trata en última instancia de maximizar el espacio y de funcionalidad, aunque también apunta un nuevo diseño más atractivo y la próxima generación de sistemas de entretenimiento conectados a la red.
Un elemento clásico de las camionetas son los asientos regulables, con los que se puede elegir el espacio para las rodillas y los hombros, así como la capacidad de carga sin grandes modificaciones, como es el caso también del Espace.
No todos los fabricantes piensan en la camioneta en el sentido tradicional. Fiat, por ejemplo, presentó en Fráncfort la versión larga del Cinquecento, alargándolo 20 centímetros: el 500L Living es el vehículo para siete personas más pequeño del mundo.
Mercedes podría hacer una versión XL de la Clase B, que tendría una tercera línea de asientos. Y mientras Renault y compañía buscan nuevos caminos para las camionetas y exploran la tendencia del «crossover», Volkswagen transita el camino inverso.
Como a la marca le parecía que el Golf Plus tenía una imagen para jubilados, no sólo ha rediseñado la nueva versión con techo alto del exitoso compacto para darle un aspecto más deportivo, sino que también lo ha renombrado: se llama Sportsvan porque, según VW, suena más dinámico.