Berlín, 14 sep (dpa) – El 21 de agosto murieron en Siria 1.400 personas por el uso de gas tóxico. La ONU está investigando el hecho, y presentará en breve un informe, posiblemente el lunes, pero muchos se preguntan por qué se demora tanto. El ex inspector y actual legislador Jan van Aken arroja luz sobre la labor de los expertos.
Especialista en armas biológicas y químicas, Van Aken es hoy diputado del partido La Izquierda en el Bundestag alemán.
dpa: ¿Qué es lo que están haciendo estos días los inspectores de la ONU?
Respuesta: «Supongo que están en La Haya escribiendo el informe. Esa es ahora la tarea más delicada, reunir todos los datos de manera de que estén correctos y sin hacer afirmaciones partidistas».
dpa: Los expertos estuvieron hace semanas en el país. ¿Por qué tardan tanto en llegar los resultados?
Respuesta: «Los expertos tomaron muchísimas pruebas de sangre y de suelo. No pueden sencillamente mandarlas por correo al laboratorio, sino que es decisivo que estén cien por ciento seguros de que el resultado no haya sido falseado. Para que la comunidad internacional lo crea -los estadounidenses, rusos, israelíes y sirios-, tienen que garantizar una cadena sin fisuras entre la toma de pruebas y el laboratorio».
dpa: ¿Cómo se hace eso?
Respuesta: «Los inspectores llevaron las pruebas personalmente a los laboratorios. Eso implica que a su vez cada informe es recogido por ellos también personalmente. Todo este procedimiento lleva muchísimo tiempo. Yo estimo que los laboratorios apenas pudieron comenzar a trabajar a mediados de la semana pasada».
Por Benno Schwinghammer