(dpa) – Desesperados por evitar que las personas pasen las vacaciones en casa en este verano (boreal) de distancia social, los italianos están buscando maneras innovadoras de aplicar las medidas restrictivas contra la propagación del coronavirus también en las playas.
«Nos están llegando las propuestas más absurdas para salvar la temporada», comenta Mauro Vanni, de la Asociación de Establecimientos Balnearios de Rímini, en la costa del Adriático.
«Algunas compañías quieren construir cajas de plexiglás alrededor de sillas. Otros quieren cavar túneles en la playa, en los que se echaría desinfectante».
Pero son todas propuestas muy poco realistas, opina Vanni. Mientras las personas no tengan permitido acercarse unas a otras, habrá que olvidarse de las vacaciones en la playa, añade.
«La señora que llega de Alemania con su bronceador no querrá estar recostada en la arena con mascarilla y guantes de goma», observa Vanni.
«Y no puedes decir a los niños en la playa que no tienen permitido acercarse unos a otros. La playa es el lugar en el que te juntas con otros, comes con otros, te ríes, pasas el tiempo en compañía».
La población de Italia lleva sometida a cuarentena obligatoria desde el 10 de marzo. Desde principios de mayo se relajarán algunas restricciones, pero aún no se vislumbra el fin del aislamiento.
Una empresa en la región de Emilia-Romaña, famosa por sus playas sobre la costa del Adriático en el norte de Italia, insiste en que tiene la solución para mantener la distancia social junto al mar.
Nuova Neon Group 2 propone cajas playeras o paneles de plástico transparente para instalar alrededor de las sillas y de sombrillas.
«Tuve la idea luego de que comenzáramos a fabricar barreras de protección, por ejemplo, para supermercados», dijo a dpa Claudio Ferrari, fundador de Nueva Neon Group.
Añadió que su compañía también puede vender barreras antivirus para mesas de restaurantes, barras de bares o gimnasios así como para peluquerías o barberías.
«Estamos recibiendo llamados cada cinco minutos», comentó. «La gente no ve la hora de poder volver a abrir y está buscando la manera de poder hacerlo de forma segura».
Italia fue flexibilizando algunas medidas desde mediados de abril y permitió retomar sus actividades a librerías, papelerías y tiendas de ropa para niños.
El Gobierno en Roma está bajo fuerte presión. Los empresarios reclaman mayores aperturas para mitigar el costo económico de la pandemia, pero los expertos en salud siguen pidiendo cautela.
«Todos esperamos poder ir a la playa este verano. Pero la salud pública siempre tiene prioridad», señaló Lorenza Bonaccorsi, secretaria de Cultura y Turismo, a la televisión pública RAI.
«Por un lado, la industria turística está de rodillas, pero por el otro no podemos permitirnos cometer errores o arriesgarnos a que regrese el virus», acotó.
Italia se enfrenta a uno de los peores brotes del coronavirus en Europa, con más de 25.000 muertos por Covid-19. Sin embargo, la propagación del virus viene ralentizándose desde finales de marzo.