Habitamos lo que muchos llaman las sociedades de la información, para lo bueno y para lo malo, y es que el exceso de canales, de diferentes versiones de una misma noticia, de la saturación de información puede dar lugar a confusión y a desconcierto, pero esto se da como norma general en las noticias que emiten los diarios, los cuales en la mayoría de los casos no tienen el objetivo de informar, sino de manipular y dirigir la opinión de las personas.
Pero, en otro ámbito de la información, más formativa, sí que representa un gran avance y un muy positivo cambio el que se ha efectuado sobre las comunidades humanas. La información pedagógica concreta sobre materias específicas suele ser homogénea y favorable, sin demasiadas variables. Muy útil, en cualquier caso, para mejorar la calidad de vida de las personas.
Internet, el sistema de comunicación que le ha dado a esta civilización su carácter de sociedad de la información, es la herramienta que nos proporciona de manera sencilla, rápida y fiable (si sabemos buscar), todos los datos que necesitamos para saber más de cualquier materia.
Si tenemos algún tipo de problema o desconocimiento y no sabemos a quién recurrir para solucionarlo, lo podremos averiguar gracias a la información que se aporta en la propia página web de un profesional determinado, aquel del que necesitamos sus conocimientos.
Y en este sentido, los psicologos en Leon o Asturias, que localizamos tras la web Psicosaludleon.es, están considerados los máximos expertos en estas dos comunidades para solucionar los problemas derivados de un divorcio o una separación, es decir, ofrecerán la mejor ayuda posible en aquellos casos en los que se ven imposibilitados para superar una ruptura, algo que en ocasiones se vuelve excesivamente complicado, nuestra mente lo ve todo demasiado oscuro, cerrado, sin posibilidades de redención, y necesitamos todas nuestras fuerzas para pedir ayuda profesional.
Superar una ruptura
Nadie como un psicólogo, como el que acabamos de sugerir en la primera parte de este artículo, para superar una prueba tan dura, que se suele vivir de una forma tan intensa y estresante.
Por nuestra parte, como parte activa de la información útil que ofrece internet, podemos ofrecer algunos datos para que esta sensación de pérdida, de desilusión y desconfianza, sea menos dolorosa y no se prolongue en el tiempo innecesariamente.
Si conocemos los orígenes y la forma de actuar que tiene este problema sobre nosotros, sabremos identificar cuál es el mejor método para que nos sea más sencillo enfrentarlo y terminar con él. El conocimiento siempre, para cualquier caso que se nos presente en la vida, formará parte de las mejores armas y herramientas para mejorar nuestras posibilidades de defensa ante cualquier adversidad.
Y una de las cosas que debemos saber es que todas las rupturas tienen características exclusivas y personales que las diferencias unas de otras, pero, sin embargo, todas tienen un factor en común; la necesidad de pasar por el llamado duelo emocional para conseguir superar este evento tan dramático en la vida de las personas.
Todos debemos pasar por este duelo, ya que es el proceso de adaptación necesario para que aceptemos la pérdida de la persona amada y recuperemos nuestro propio equilibrio mental, tan necesario para volver a ver el mundo con claridad y volver a recuperar la sensación de bienestar que teníamos antes de la separación.
Los expertos sostienen que esta etapa está dividida en diferentes fases, conocerlas significará saber, positivamente, en qué momento nos encontramos en esa aceptación tan necesaria de la nueva realidad en la que debemos encajar y, por lo tanto, ser plenamente conscientes de lo que nos queda por vivir, aunque lo más importante viene dado por la propia aceptación que se genera con el control de estas fases, lo que aligera enormemente el proceso de recuperación.
Las fases son en primer lugar la negación, cuando nos negamos a aceptar la situación, creyendo que es solo una situación pasajera o que no puede estar pasándonos a nosotros. La segunda es la fase de culpa, cuando nos vemos en la necesidad de buscar un responsable directo, él o ella, que ha forzado esta situación tan dramática. La tercera sería la desesperanza, cuando se nos viene encima la pesada loza que nos dice que no hay nada que hacer, que es definitiva la ruptura. La rabia sería el cuarto paso antes de superar definitivamente el duelo, durante este tiempo nos sentiremos enfadados con nosotros mismos, por no haberlo hecho bien o por no aceptarlo con dignidad, nos enfadaremos con nuestra expareja, con nosotros mismos y con el mundo. Por último, llegará la fase final de aceptación, en la que podremos revisitar toda la experiencia sin pena y sin ira, como algo que pasó y que no volverá, nada más.
Una vez que somos conscientes de todas las fases por lo que debemos pasar para estar mejor con nosotros mismos y nuestro entorno, es recomendable no evitarlas, ni enfrentarse a los duelos, sino vivirlos intensamente, llegar hasta el fondo en cada momento del duelo. De este modo pasará antes y conseguiremos pasar todas las etapas completamente limpios, dejando atrás, con cada paso de fase, toda la ira y frustración que produce una ruptura sentimental.