(dpa) – Lo más habitual en los hogares es conservar las cajas de medicamentos en el cuarto de baño, pero ese no es el mejor sitio para hacerlo porque la humedad en el aire podría reducir el efecto de algunos productos, incluso aunque uno los conserve en envases cerrados. Así lo indica la asociación de productores de medicamentos de Alemania.
Lo mejor es conservar todo tipo de medicación en un lugar fresco y seco, de no más de 15 a 25 grados. No es bueno que se vean expuestos a mayores temperaturas, pero tampoco hay que conservarlos en el refrigerador salvo que esté expresamente indicado. Por lo general cualquier medicación lleva las indicaciones correspondientes en el prospecto y en caso de duda es mejor consultar al farmacéutico.
Si uno tiene pastillas que se ven desteñidas o están agrietadas o tienen un olor sospechoso, puede que hayan estado mal guardadas. Si se trata de un jarabe o de una solución y se ve medio turbio o tiene diferentes consistencias, más vale ser cauto. Lo mismo sucede si son geles o pomadas que de pronto están más líquidas, huelen extraño o han cambiado de color.
La máxima recomendada por los productores de productos farmacéuticos es: cuando un medicamento tiene un aspecto distinto del habitual, no lo use.