Fumar siempre ha sido un hábito común que es llevado a cabo por millones de personas alrededor del mundo, por ello, la mayoría de los fumadores subestiman sus consecuencias y piensan, equivocadamente, que fumar tabaco no es tan perjudicial para la salud como lo señala la medicina.
Sin embargo, a continuación, te mencionaremos las consecuencias más relevantes de tener una vida con mucho humo:
Incrementa el riesgo de padecer cáncer
Fumar causa aproximadamente el 30% de todas las muertes por cáncer, incluyendo alrededor del 80% de las muertes por cáncer de pulmón. El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer entre ambos hombres y mujeres, y uno de los cánceres más difíciles de tratar. Es decir, los cigarrillos, los cigarros (puros), las pipas y los productos de tabaco sin humo causan cáncer. No existe una manera segura de consumir tabaco.
Fumar causa enfermedades pulmonares crónicas
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD, por sus siglas en inglés) es el nombre para referirse a enfermedades de pulmón de largo plazo incluyendo bronquitis crónica y enfisema. El riesgo de COPD aumenta mientras más una persona fume y cuánto más tiempo lo haga. Esta enfermedad empeora con el tiempo, y no existe cura para combatirla.
Afecta el corazón
El hábito de fumar causa daños al corazón y a los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular. Además, es una causa importante de la enfermedad coronaria, que puede conducir a un ataque al corazón.
Asimismo, fumar causa hipertensión arterial, reduce la capacidad de las personas para ejercitarse y aumenta la probabilidad de coagulación de la sangre. También disminuye los niveles del colesterol HDL en la sangre.
Como ves, fumar no sólo es dañino para la salud, sino que además es el causante de enfermedades realmente crónicas y difíciles de tratar. Así que, si llevas un estilo de vida con mucho humo, recuerda que tarde o temprano, tu cuerpo te pasará factura de alguna manera y no podrá resistir los daños ocasionados por tantos años de tabaco.
Por: Soraya Andreina Pérez Mohammed