El uso de fármacos es la base de la medicina occidental en el tratamiento de síntomas de enfermedades, junto con la radiación y la cirugía. Sin embargo, se ha puesto con frecuencia en el punto de mira de los más críticos.
La Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre recurrir a métodos de la llamada medicina tradicional o alternativa que, pese a contar con muchos adeptos, no tiene una base científica contrastada, y que dice basarse en remedios naturales. No quita que el uso de químicos también pueda tener efectos adversos.
Los fármacos son, al fin y al cabo, una sustancia química purificada que se utiliza para la prevención o el tratamiento de una enfermedad, para evitar ciertos procesos fisiológicos o para modificar condiciones con ciertos fines. Pero el mal uso puede conllevar peligros.
Que su ingesta puede resultar tóxica es lo que hace, de hecho, que se revise de cuando en cuando el uso de ciertos medicamentos que forman parte de nuestro día a día. Así sucedió el año pasado con los llamados inihibidores de la bomba de protones, fármacos que se utilizan para el reflujo y las úlceras gastroduodenales y que toman el nombre de omeprazol, lanzaprazo o pantoprazol, entre otros.
Todo se basa en un consumo racional, que siga las recomendaciones del especialista, que conlleve el almacenamiento adecuado de los fármacos y que cumpla los tratamientos en su totalidad.
Aumento de pecho con remedios naturales
De lo anterior se extrae que es mejor prescindir de químicos si no están recomendados por un médico, un farmaceútico o un terapeuta especializado. Y no lo prescribirán si no existe una razón objetiva clara. Más vale recurrir a remedios naturales en ciertos casos, más aún si el uso de ciertos productos no está debidamente contrastado científicamente. Porque, en ese caso, no merecerá la pena poner en riesgo la salud.
Sin embargo, es común caer en el consumo de ciertas sustancias que se pueden encontrar fácilmente en ciertos establecimientos o a través de internet, cuyos distribuidores cuentan maravillas que no son más que cantos de sirenas. Juegan con la desesperación de muchos por perder peso, por aliviar dolores que se repiten o por modificar su aspecto.
Cada año, por ejemplo, cientos de mujeres pasan por el quirófano para aumentar su busto, una operación que ya lidera el ranking de cuantas se dan en el marco de la cirugía estética en nuestro país. Pero, como no todas quieren o se lo pueden permitir, se puede probar con otros remedios.
Ejercicio físico
El ejercicio físico no puede hacer de por sí que aumenten los senos porque estos no contienen músculos, sino células grasas y glándulas que intervienen en la producción de leche materna. Lo que sí se puede hacer, como recuerda el blog Muy Fitness, es desarrollar los pectorales, los músculos que se encuentran por debajo, que pueden hacer que los pechos se vean más altos y firmes.
El blog propone ejercicios comopress pectoral, que consiste en levantar mancuernas de unos dos kilos. Se trata de tumbarse sobre la espalda y extender los brazos en perpendicular al cuerpo a cada lado y, desde esa posición, levantar las mancuernas hasta que queden a la altura del pecho.
Muy Fitness también recomienda las flexiones, el yoga o la natación.
Alimentos útiles
El mencionado blog propone el fenogreco, la palma enana americana o el hinojo, hierbas que se deben consumir con el visto bueno de un profesional, porque incluso pueden tener efectos perjudiciales si se mezclan con ciertos medicamentos. Y es que natural no es sinónimo de inocuo.
Un uso diferente al de su ingesta propone la web Aumentobusto.org, por ejemplo con estas cremas naturales. Son cremas naturales para aumentar el busto porque se hacen a partir de alimentos de uso cotidiano como la naranja, el yogur, el maíz, la avena, el huevo, el limón o el aguacate, entre otros. Cremas naturales que, eso sí, necesitan de mucha perseverancia para que se empiecen a observar resultados reales, de haberlos.
Prendas íntimas
Las técnicas innovadoras en la fabricación de prendas íntimas, como sujetadores, no es nada nuevo, pero ha dado en métodos de lo más eficaces. Los push-up, por ejemplo, resultan milagrosos.