La falta de motivación lleva a muchas personas a fracasar en la vida, no importa todos los logros que hayas cosechado, tus éxitos o lo bueno que hayas vivido. Cuando perdemos las ganas por lo nuevo, por lo que hacemos cada día y cuando nos dejamos llevar por la desidia hay que tomar cartas en el asunto cuanto antes.
Menos es más
Son muchas las personas que cuanto menos hacen más problemas tienen. Ya sean económicos, personales o para poder reconducir su vida. La depresión o la falta de ilusión nos lleva al menos y ese menos nos lleva a tener más dudas, más inseguridades y más dificultades.
Hay personas que pueden superar una mala racha sin ayuda de profesionales, conozco varios casos, pero eso muchas veces conlleva sustituir algo por algo. ¿Has perdido a tu pareja?, no tardarás en encontrar una nueva ocupación, pero no será lo mismo. ¿Estás bloqueado en el trabajo?, sin duda dedicarás el tiempo al ocio, ver series, navegar por la red o irte de copas o a pasear; pero al final no habrás solucionado tus problemas, únicamente los habrás camuflado.
Trabajo
En el mundo de los medios, el que conozco, la falta de motivación es lo peor que nos puede pasar a cualquier persona que nos dedicamos a la comunicación. No importa las herramientas que tengas a tu alcance, tampoco importa el dinero que dejes de ganar, y mucho menos la audiencia. Cuando no hay motivación no haces nada, y lo poco que haces lo harás mal o sin ganas.
La disciplina en el trabajo es importante, marcarse unos horarios, fijarse unas metas, intentar sumar y no restar, dedicarse a lo que te gusta sin dudar en ti o en lo que haces. Pero no todo el mundo puede ser constante, no todo el mundo tiene esa capacidad para estar cada día haciendo lo mismo, aunque los contenidos sean diferentes.
¿Motivos?, hay muchos y cada persona tiene los suyos; hace unos meses yo comencé a darme cuenta de que muchas de las tareas de mi vida profesional no me llenaban, es más después de casi una década haciendo lo mismo, trabajando y creando esté medio y otros comencé a creer que me había equivocado de trabajo, Por suerte hoy puedo decir que no es así, y lo puedo decir por que ya he superado esa sensación de soledad o aburrimiento aunque estuviera rodeado de decenas de personas o tuviera oportunidades que siempre quise tener y que otros pagarían por tenerlas. No fue sencillo valorar lo que tengo, tenía y deseo tener, y no fue sencillo asumir que había derrochado un tiempo de mi vida que ya no volverá.
Los efectos no tardaron en hacerse notar, falta de ganas igual a menos es más. Más prisas, más excusas, más dudas, más problemas.
¿Cómo se puede volver a la senda correcta?
Lo primero de todo es muy importante no depender emocional o afectivamente de ninguna persona para darle la vuelta a la tortilla de la vida; el trabajo lo debemos hacer nosotros, lo debemos luchar nosotros y luego las personas han de ser un complemento o una parte de nuestra vida, pues sí únicamente trabajamos por ellas o por agradar a esa gente… ¿Qué ocurrirá el día que no estén?.
No debemos creernos peores o sentir que no somos capaces de hacer las cosas bien por habernos rodeado de gente mediocre, de personas que nos han utilizado o por pasar una mala racha. La solución a todo es creer, pensar, ser fieles a nosotros mismos y hacer las cosas bien. Sin ganas da lo mismo lo que puedas hacer. Sin ilusión no disfrutarás. Es importante reinventarse, valorarse, no excederse a la hora de creerse mejor que los demás, pero hay que creer en uno mismo.
La falta de motivación puede acabar con una carrera, con una empresa, con una familia, con una persona, en el caso de que sintamos que la vida nos va mal tenemos dos opciones, la ayuda profesional o luchar.
Nacho Bermúdez.