La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona superdotada como «aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130”. Sin embargo, esta definición desde mi punto de vista es extremadamente simple.
Ser superdotado va mucho más allá de poseer altas capacidades intelectuales, ya que, es precisamente por estas altas capacidades intelectuales que los superdotados desarrollan maneras de sentir y de pensar muy diferentes al resto de las personas. No obstante, estas diferencias muchas veces, los obligan a convivir con falsos estereotipos y etiquetas que no son más que falacias generalizadas que no aplican para todos los individuos superdotados.
En este artículo te hablaré de algunas creencias erradas acerca de los superdotados.
En primer lugar, ser superdotado no siempre es envidiable. Este es uno de los mitos más extendidos, pero a su vez, uno de los más dañinos. Los superdotados generalmente se sienten aislados e incomprendidos, ya que, debido a sus altas capacidades es común que los acosen o los hagan sentir rechazados. Por lo tanto, pensar que la vida de un superdotado es altamente codiciada, es una mentira gigante.
En segundo lugar, los superdotados no siempre obtienen buenas calificaciones. La gente tiende a pensar que todos los superdotados son excelentes estudiantes, y esto no es así. Tener altas capacidades intelectuales no significa ser un estudiante brillante. De hecho, muchos superdotados tienden a aburrirse fácilmente de la educación que reciben, precisamente porque no va acorde con su nivel intelectual. Por ende, este aburrimiento algunas veces los hace mas bien ser confundidos como “vagos” o incluso, malos estudiantes.
En tercer lugar, es falso que sólo el 2% o el 3% de la población tiene altas capacidades. En realidad, no se sabe con exactitud cuál es el porcentaje exacto de individuos superdotados en el mundo. Se cree que es así, ya que, muy pocas personas realmente hacen la prueba que mide el coeficiente intelectual, pero, de hecho, el 99% de los niños y adultos superdotados nunca saben que lo son.
En cuarto lugar, es falso que todos los superdotados tienen problemas para relacionarse con las demás personas. Esta creencia se fundamenta en el hecho de que como los superdotados son diferentes y se sienten diferentes, tienden a aislarse de las demás personas y a ser, en su mayoría, introvertidos. Pero no siempre es así. Hay superdotados increíblemente sociables que han desarrollados sus habilidades de interrelación como cualquier otra persona. Así que ser superdotado, no implica necesariamente ser solitario.
En quinto lugar, también es un mito que los superdotados tienen problemas mentales. Las personas con superdotación no tienen más problemas psicológicos que el resto de la población. El porcentaje de personas con problemas psicológicos y alta capacidad intelectual es la misma que con capacidad intelectual normal.
Y finalmente, también es una creencia falsa que los superdotados son personas frías y calculadoras. Este es un estereotipo muy televisivo y extremadamente falso. Los superdotados no son como Sheldon Cooper de la serie de la Teoría del Big Bang (The Big Bang Theory). En realidad, muchas veces es, al contrario.
Los superdotados son personas muy sensibles, con demasiadas conexiones neuronales. La inteligencia depende de la cantidad de conexiones neuronales y de cómo se realizan estas conexiones. A mayor número de conexiones neuronales mayor inteligencia, sí, pero también mayor sensibilidad hacia todo.
Así que, si conoces a alguien superdotado, evita creer en los estereotipos y las etiquetas que normalmente les impone la sociedad. Los superdotados son personas tan normales como tú y merecen ser aceptados y tratados como iguales.
Soraya Andreina Pérez