MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) – El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación negocia con el de Hacienda la apertura de una Embajada en Azerbaiyán, país rico en gas y petróleo que ha experimentando un gran crecimiento económico en la última década y que ha disparado su atractivo como potencial suministrador energético para Europa frente a Rusia.
El departamento que dirige José Manuel García-Margallo está inmerso en pleno proceso de reorganización del servicio exterior español y está dispuesto a cerrar algunas oficinas en Europa para reforzar la presencia en aquellas zonas del mundo que más están creciendo económicamente.
Después de echar el cierre este año a la Embajada en Yemen –España mantiene un encargado de negocios, pero trabajando en la delegación de la UE en Saná– y al Consulado en Basilea (Suiza), Exteriores sopesa eliminar tres consulados más, el de Génova (Italia), y Valenca do Minho y Vila Real de Santo Antonio, en Portugal (en la frontera con Pontevedra y Huelva, respectivamente).
A cambio de estos recortes, Exteriores quiere obtener de Hacienda la luz verde para invertir en la apertura de una Embajada en Bakú, vieja reivindicación de Azerbaiyán que estuvo en los planes del exministro Miguel Angel Moratinos pero que se truncó con la llegada de la crisis, han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.
DESTINO DE EXPORTACIONES
En Azerbaiyán apenas reside de forma permanente una docena de ciudadanos españoles, pero las exportaciones españolas crecieron en 2011 casi un 70 por ciento con respecto al año anterior.
El país cuenta con proyectos muy ambiciosos en materia de infraestructuras, como la construcción de la Ciudad del Futuro sobre unas islas artificiales en el Mar Caspio o la conexión ferroviaria entre Bakú y los puertos mediterráneos de Turquía, además de la mejora de su red de carreteras y de transporte público.
Azerbaiyán ofrece por tanto oportunidades de negocio a las empresas españolas en los sectores de la construcción, ingeniería, transporte y energía, pero también en el de tratamiento de agua y residuos, agricultura y turismo.
De hecho, Azerbaiyán está interesado en imitar el modelo de Paradores en España, pues posee numerosos edificios antiguos que podrían acoger hoteles y restaurantes.
La apertura de una Embajada española facilitaría por tanto el desembarco de compañías españolas en el país, competencia en la actualidad de la legación en Turquía. Azerbaiyán tiene Embajada en España desde 2005.