Berlín, 8 ago (dpa) – El director del renombrado Instituto Leibniz de la Lengua Alemana (IDS), Henning Lobin, afirmó que no ve graves problemas en el hecho de que los niños ingresen en la escuela primaria sin los conocimientos suficientes de alemán.
«Naturalmente, una escuela primaria que dicta clases en alemán es mucho más fácil para un niño que entiende el idioma. Sin embargo, los niños de la escuela primaria aprenden el nuevo idioma rápidamente en su entorno escolar», dijo Lobin a la Agencia Alemana de Prensa (dpa).
El experto respondió así al presidente interino del grupo parlamentario de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), Carsten Linnemann, quien había cuestionado que los niños se escolarizaran sin hablar el idioma.
«Para ir al grano: Un niño que apenas habla y entiende alemán no tiene cabida en una escuela primaria», había declarado Linnemann.
El dirigente propuso la educación preescolar obligatoria para este tipo de niños y consideró que, si fuera necesario, habría que posponer la matriculación escolar. Sus declaraciones desencadenaron un intenso debate.
Con miras a la adquisición del idioma, el director del Instituto Leibniz dijo que en el nivel primario sería ideal combinar las clases normales en la escuela con clases especiales de apoyo lingüístico. Lobin señaló que, en tal caso, las diferencias lingüísticas podrían ser rápidamente compensadas.
Respecto a la edad en la que los niños aprenden especialmente rápido un nuevo idioma, Lobin dijo que «en general, se puede suponer que los niños pueden adquirir una lengua de manera irreflexiva y automática hasta que comienza la pubertad y así adquirir una habilidad comparable a la de su lengua materna en muy buenas condiciones».
El experto señaló que después de la pubertad es mucho más trabajoso aprender un idioma extranjero sin acento. «En condiciones ideales, la adquisición completa de una segunda lengua por parte de los niños puede completarse en unos pocos meses o en unos pocos años, dependiendo de su edad y del nivel al que se desee llegar», declaró.
Las mejores condiciones posibles se dan, según el especialista, cuando el niño se puede sumergir completamente en la nueva lengua y está «rodeado de ella desde la mañana hasta la noche» en forma de interacciones naturales entre compañeros o en la escuela y en situaciones cotidianas.