Darmstadt (Alemania) (dpa) – Los expertos de la Agencia Espacial Europea (ESA) miran a la Tierra pero también mucho más allá de los límites de nuestro sistema solar.
Sus astronautas realizan investigaciones en la Estación Espacial Internacional ISS, mientras que los telescopios y satélites proporcionan datos desde el espacio.
Actualmente, la ESA tiene más de 20 satélites en el espacio, la mayoría de los cuales son controlados desde el centro de operaciones Esoc en Darmstadt, en el suroeste alemán.
Con un presupuesto de más de 14.000 millones de euros (15.500 millones de dólares) para los próximos años, la alianza espacial de 22 Estados europeos ha anunciado misiones espectaculares como la recogida de desechos espaciales. Algunas de ellas comenzarán este mismo año.
Se espera que el «SOLAR ORBITER» despegue de Cabo Cañaveral el 6 de febrero y se dirija hacia el Sol, a 150 millones de kilómetros de distancia.
Según el director responsable, Andrea Accomazzo, la misión, que costará alrededor de 1.000 millones de euros, echará un vistazo a las regiones del Sol hasta ahora menos conocidas y proporcionará información más detallada sobre la radiación y las erupciones solares que también podrían ser peligrosas para la Tierra.
«EXOMARS», junto con una misión lanzada en 2016, investigará la cuestión de si existió vida alguna vez en Marte. Mientras que la antigua misión proporcionará datos sobre la atmósfera de Marte, la nueva llevará un vehículo al planeta rojo. El lanzamiento de «Exomars» está previsto para julio/agosto, la llegada al planeta para marzo de 2021.
En noviembre está previsto el lanzamiento de «SENTINEL 6», que más tarde medirá la evolución del nivel del mar. Los cambios en el nivel del mar son un indicador clave del cambio climático. Según la ESA, los datos también son importantes para la protección de las zonas costeras y para la seguridad marítima.
Otras misiones ya están enviando datos o se dirigen a sus destinos a miles de kilómetros de distancia:
Tras pequeñas dificultades de lanzamiento, la misión «Cheops» despegó del puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, el 18 de diciembre, con un día de retraso. «Cheops» tendrá como fin observar estrellas brillantes que se sabe que están orbitadas por planetas.
El satélite analizará estos llamados exoplanetas con más detalle. Hasta ahora los científicos saben de unos 4.000 exoplanetas de este tipo. «Cheops» fue lanzado al espacio junto con otros satélites, incluido el nanosatélite «OPS-SAT», un pequeño laboratorio espacial. También fue enviado al espacio por la ESA.
En octubre de 2018, la sonda espacial «BEPICOLOMBO» inició su viaje de siete años a Mercurio, el planeta más cercano al Sol. Con sus dos satélites en la cubierta, deberá examinar la superficie y el campo magnético del cuerpo celeste a partir de diciembre de 2025.
El proyecto conjunto europeo-japonés, con un coste total de unos 2.000 millones de euros, pretende contribuir a la comprensión de los orígenes del sistema solar.
La sonda espacial «GAIA» fue lanzada en diciembre de 2013 para crear un mapa tridimensional de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Según la ESA, la misión ha producido el catálogo de estrellas más completo hasta la fecha, con medidas de posición precisas y distancias de más de mil millones de estrellas. La misión está programada hasta finales de 2020.
«AEOLUS» fue lanzado en agosto de 2018 y, de acuerdo con la ESA, es la primera misión satelital que registra los perfiles de viento de la Tierra en todo el mundo. Los datos de la misión ayudarán a los meteorólogos a mejorar el pronóstico del tiempo.
Por Oliver Pietschmann (dpa)