Estrasburgo (dpa) – Las astas plateadas de las 28 banderas oficiales de la UE resplandecen frente al edificio de cristal donde celebra sus sesiones plenarias el Parlamento Europeo de Estrasburgo.
La Union Jack, como se denomina popularmente a la enseña del Reino Unido, aún ondea en uno de los postes, probablemente por última vez durante un periodo parcial de sesiones en la ciudad francesa.
«La batalla ya está perdida, un increíble sentimiento de tristeza», declaró a dpa el eurodiputado británico Seb Dance, del Partido Laborista del Reino Unido.
La lucha de Dance y su partido contra el Brexit ha sido en vano. El 16 de enero, el Parlamento clausuró en Estrasburgo su última sesión plenaria con la participación de los eurodiputados británicos antes de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, prevista para el 31 de enero.
Para Dance, esa fecha significa el final de su carrera en el Parlamento Europeo, y el final de un capítulo histórico. «El trabajo no deja de ser un trabajo, pero la relación que tienes con tu país cambiará de una manera que es realmente inquietante», aseveró Dance.
¿Qué mensaje quiere dejar a sus colegas del Parlamento? «Nunca dar nada por sentado. Así quizás nadie más volverá a ser tan estúpido como para convocar un referéndum».
A los colegas parlamentarios de otros países de la UE tampoco les es fácil despedirse de los británicos.
«Con excepción de los eurodiputados del Partido del Brexit, los colegas británicos eran respetados en todos los grupos políticos», acentuó el demócrata cristiano alemán David McAllister, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento europeo. «We will miss them» (en español, «Los echaremos de menos»), añadió.
El eurodiputado alemán Martin Schirdewan, de La Izquierda (Die Linke), señaló que, sin los británicos, el Parlamento no sólo será más pequeño, sino también más pobre en controversias políticas, humor seco y, a menudo, buena retórica.
En la última sesión plenaria, el español Esteban González Pons enfatizó que el pueblo británico puede estar seguro de que, a pesar del Brexit y de todo lo que ha pasado en los últimos cuatro años, siempre será bienvenido en la Unión Europea: «No importa lo que suceda después del 31 de enero, siempre perteneceréis a Europa».
«¿Por qué ganó Boris Johnson (primer ministro británico) una mayoría tan amplia en las últimas elecciones?», preguntó airada Ann Widdecombe, del euroescéptico Partido del Brexit, en el pleno. «¡Porque su promesa había sido llevar a término el Brexit!» Widdecombe subrayó que millones de personas habían votado a favor de una salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Estrasburgo es la penúltima etapa hacia la despedida definitiva. La última participación oficial de los británicos en una sesión del Parlamento Europeo será a finales de enero en Bruselas, donde votarán sobre el acuerdo de retirada de la Unión Europea.
Dos días más tarde, a medianoche, se dará por terminada su pertenencia a la UE. «Deseo a los británicos el mayor éxito, y a la UE que finalmente despierte y cambie a tiempo de rumbo», manifestó el alemán Jörg Meuthen, eurodiputado por el partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD).
Para los 73 británicos del Parlamento Europeo ha llegado la hora de decir «adiós», pero para 27 políticos de 14 países de la UE, el Brexit marca el comienzo de su mandato en el Parlamento Europeo.
Así se había decidido en una reforma parlamentaria llevada a cabo en 2018, que finalmente entra en vigor después de haberse pospuesto tres veces la salida británica de la UE.
En aquel momento se acordó que, con la salida del Reino Unido, el Parlamento Europeo se reduciría de 751 a 705 eurodiputados. De los 73 escaños que quedarán libres, 46 se reservarán para la posible incorporación de otros Estados miembros en el futuro.
Los 27 escaños restantes se repartirán entre los países que tienen muy pocos eurodiputados en relación con su población.
Alemania no se ve afectada por esta reforma, de manera que conservará sus 96 mandatos. Francia y España recibirán ahora cinco escaños más cada una, Italia y los Países Bajos tres e Irlanda dos más. Varios Estados miembros obtendrán cada uno un parlamentario adicional.
El Parlamento de la UE no sabe aún en todos los casos qué nuevos diputados se incorporarán. «Todavía estamos esperando que nos lo comuniquen los Estados miembros», informó un portavoz del Parlamento Europeo. Si no se pronuncian los nombres a tiempo, los mandatos permanecerán vacantes durante un período de transición.
El tamaño de los grupos políticos en el Parlamento de la UE también cambiará después del Brexit. Según comunicó el Parlamento, la principal y más fuerte familia de partidos de la Unión Europea, el Partido Popular Europeo (PPE), de centroderecha, obtendrá previsiblemente cinco nuevos eurodiputados.
Por otro lado, el grupo político liberal «Renovar Europa» (Renew Europe, en inglés) tendrá, con seis nuevos diputados, el mayor número de nuevos miembros en el Parlamento.
Algunos de los nuevos parlamentarios designados han expresado su frustración por la larga espera debido al aplazamiento del Brexit, que debía tener lugar el 29 de marzo de 2019, pero que luego fue pospuesto hasta el 12 de abril, el 31 de octubre y finalmente hasta el 31 de enero.
Los sucesores se conocen en algunos países desde las elecciones europeas, celebradas en mayo de 2019, y desde entonces esperan de brazos cruzados.
«Desde mi punto de vista personal, esto es naturalmente frustrante», se quejó el año pasado el dublinés Barry Andrews, diputado designado por Irlanda, a la emisora irlandesa RTE. El político explicó que había llenado el vacío de los últimos meses con charlas y trabajo voluntario, pero sin tener derecho a fondos estatales ni a dietas.
En este contexto, el Parlamento Europeo explica que los eurodiputados que se incorporan al hemiciclo no tienen derecho a ninguna asignación antes de asumir sus funciones.
Incluso los diputados británicos salientes tendrán que buscar un nuevo trabajo después del Brexit. Según informó la Eurocámara, los parlamentarios que han estado en el cargo por lo menos un año completo tienen derecho a una indemnización transitoria al cese de sus funciones. Recibirán, por un periodo máximo de dos años, un salario mensual por cada año de su mandato.
Por Amelie Richter y Verena Schmitt-Roschmann (dpa)