(dpa) – Los errores y fracasos en el trabajo no deben ser considerados como un signo de debilidad en la vida laboral.
Esta es la base de una estructura de comunicación adecuada, explica la psicóloga laboral alemana Marlen Cosmar en la revista «topeins» (número 6/2019).
«Los empleados y directivos deben poder confiar en que no serán ridiculizados o castigados por admitir un error involuntario», destaca la experta. Esta es la única manera de lograr un intercambio abierto.
Cosmar aconseja discutir abiertamente los errores y los posibles motivos.
Es prudente reaccionar a las equivocaciones refiriéndose a las mismas en primera persona y no respondiendo con frases que remarquen la responsabilidad de la persona que cometió el error como, por ejemplo, «usted ha hecho tal cosa» o «usted no puede hacer tal otra», señala la psicóloga.
Por otra parte, también es importante tomar en serio la crítica de los demás hacia uno y hacia las propias acciones.
Es recomendable que los empleados decidan conjuntamente la manera de comunicar hacia afuera los errores o posibles desaciertos que hayan surgido en el trabajo, agrega la especialista.