Madrid, 25 ago (dpa) – El hombre más buscado de Madrid tiene el cabello claro, mide unos 1,75 metros, su cara es fina y su edad está en torno a los 35 o 40 años. «Es el enemigo público número uno y no vamos a descansar un solo momento hasta conseguir atraparlo», aseguró hoy la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.
Se trata del «pederasta de Ciudad Lineal», como se le conoce ya popularmente tras haber raptado y abusado en los últimos meses de tres niñas en ese y otros distritos cercanos de la capital de España. El viernes hubo un nuevo caso que puede ser obra suya.
«Es una prioridad absoluta. No hay asunto que preocupe y ocupe más», dijo la delegada del Gobierno. Lo buscan desde hace meses en la zona este de Madrid y las autoridades reforzaron en las últimas semanas el dispositivo de la Operación Candy (caramelo, en inglés).
Eso no impidió que una niña de siete años y origen dominicano fuera raptada la tarde del viernes del parque infantil en el que jugaba bajo vigilancia de sus abuelos, en un momento de descuido de estos.
La policía trabaja con dos hipótesis: que se trate del mismo pederasta o que le haya salido un imitador. Hasta ahora, el delincuente buscado había drogado a sus víctimas, se las había llevado a una vivienda para abusar de ellas y las había lavado. Tras mantenerlas retenidas cinco o seis horas, las había liberado.
En el caso del viernes, la pequeña no fue narcotizada y sufrió tocamientos en un descampado del que el sujeto huyó por causas que aún desconoce la policía. «Es muy pronto para pensar que hay un segundo pederasta. Estamos analizando muchos detalles», explicó un mando policial al diario «El País».
La descripción del sujeto que dio una testigo coincide en muchos puntos con la que tiene ya la policía, salvo en su corpulencia. Hasta ahora había sido descrito como delgado.
La delegada del gobierno en Madrid anunció hoy la instalación de cámaras de videovigilancia en el distrito en el que actúa y más policías en las zonas en las que hay escuelas, parques y jardines con la vista puesta en el arranque del curso escolar en septiembre.
Los raptos y abusos de las niñas desencadenaron el miedo en los barrios próximos a los lugares en los que se produjeron. Durante el fin de semana, los parques infantiles de la zona estuvieron casi desiertos. «Todos los padres del barrio estamos preocupados», decía hoy una madre. «Hay alarma», sentenciaba otra.
Los padres repiten una y otra vez a sus hijos que no salgan nunca de su vista y que jamás se vayan con un desconocido. «Les hemos dicho que estén siempre en zonas donde les podamos ver y no se vayan con nadie», confirmaba hoy uno.
El pederasta ha sido hasta ahora escurridizo para las fuerzas de seguridad, que patrullan visiblemente los barrios en los que actúa.
Actuó por primera vez en septiembre del año pasado, cuando se llevó en su automóvil a una niña negra de cinco años. En abril intentó raptar a otra pero no lo consiguió. Sí que lo logró después con otra de nueve años. En junio raptó a una de seis años y origen chino que, como en los casos anteriores, fue hallada sola en la calle, desorientada y con síntomas de haber sido drogada.
«Estamos trabajando muy al detalle y estamos convencidos de que antes o después este criminal será detenido», señaló un responsable policial al diario «El País».
Por Sara Barderas