Ciudad del Vaticano/Santiago de Chile, 13 oct (dpa) – El papa Francisco expulsó hoy del sacerdocio a los obispos chilenos Francisco José Cox y Marco Antonio Órdenes Fernández, acusados de abusos sexuales, en una medida que coincidió con un encuentro del pontífice y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en el Vaticano.
La Santa Sede destituyó del estado clerical -la fórmula utilizada para expulsar de la Iglesia- a Cox, ex obispo y arzobispo emérito de La Serena, y a Órdenes Fernández, obispo emérito de Iquique, ambos a consecuencia del escándalo de abusos sexuales a menores que sacude a la Iglesia católica chilena, anunció la Santa Sede en un comunicado.
El Vaticano informó en la nota que la dimisión fue aceptada por el papa el pasado jueves en una decisión que no admite recurso. Ambos ya habían sido notificados por la Congregación de la Doctrina de la Fe por medio de sus superiores en sus respectivas residencias, añadió.
Francisco José Cox, quien vive en Alemania desde 2002, continuará, sin embargo, formando parte del Instituto de los Padres de Schoenstatt.
Cox, de 85 años, renunció abruptamente como arzobispo de La Serena, 480 kilómetros al norte de Santiago, en 1997 ante comentarios sobre comportamiento inadecuado con jóvenes, según señalaron los Padres de Schoensttat en Chile. En 2002 fue trasladado para su retiro en Alemania a un recinto de esa congregación.
Sin embargo, el caso del ex obispo chileno volvió a estallar con la aparición de una nueva denuncia a finales de 2017 que estaba investigando el Vaticano. La denuncia se refería a un hecho ocurrido en Alemania en 2004, señaló la congregación.
Marco Antonio Órdenes Fernández, obispo emérito de Iquique, en el extremo norte del país, tenía dos denuncias de abuso sexual en su contra y estaba siendo investigado por los tribunales de Justicia chilenos.
Órdenes, de 54 años y uno de los obispos más jóvenes del clero local, había renunciado al cargo «para no afectar al resto de la comunidad». En paralelo, el Vaticano había abierto una investigación canónica en contra del religioso.
Las expulsiones de Cox y Órdenes se suman a las recientes dimisiones de Fernando Karadima y Cristián Precht Bañados, ex vicario de la Solidaridad, organismo que defendió a los perseguidos por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los nuevos casos volvieron a sacudir a la Iglesia católica en Chile, golpeada por los escándalos de abusos sexuales cometidos contra menores. La Conferencia Episcopal de Chile llegó a presentar una renuncia en conjunto. El Sumo Pontífice ha confirmado hasta la fecha la salida de siete de 31 obispos.
La decisión del papa Francisco coincidió con una visita oficial que hizo hoy al Vaticano el presidente Sebastián Piñera, en el marco de una gira que efectúa por Europa. Ambas autoridades ratificaron su compromiso de luchar contra los abusos a menores y su encubrimiento en el seno de la Iglesia católica.
Ambos hablaron en particular de «la defensa de la vida y la dolorosa herida de los abusos a menores, subrayando el compromiso de todos en la colaboración para combatir y prevenir la comisión de esos crímenes y su ocultamiento», señala un comunicado del Vaticano.
«Tuvimos una muy cercana y muy franca reunión con el papa Francisco», declaró Piñera al término del encuentro.
Respecto a los abusos a menores, Piñera había expresado la sensación, en una entrevista exclusiva concedida a dpa el viernes, de que «la jerarquía de la Iglesia católica no reaccionó como correspondía». Además, denunció que ha habido «una actitud que fue de negligencia, de encubrimiento y que hizo que esta situación se expandiera en el tiempo y también en el número de casos».
Después de su cita con el papa, el mandatario chileno se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados
Piñera inició hace una semana una gira por Europa que lo llevó también a Francia, España, Alemania y Bélgica.