El Tribunal Supremo de Brasil anunció recientemente que la homofobia debe ser castigada como un delito y debe dársele el mismo tratamiento penal que el racismo.
En este sentido, según este organismo, los delitos por homofobia podrían derivar en condenas de hasta 5 años de prisión. Además, ocho de los 11 jueces del Tribunal Supremo han votado a favor de esta decisión que va claramente en contra del ala conservadora que apoya al presidente Jair Bolsonaro.
«La orientación sexual y la identidad de género son esenciales para los seres humanos, para la autodeterminación para decidir su propia vida y buscar la felicidad», aseguró el juez brasilero Gilmar Mendes.
Es preciso destacar que esta medida del Tribunal Supremo de Brasil se produce después de que Bolsonaro, afirmara que si tuviese un hijo gay preferiría que muriese en un accidente y declarara que Brasil no debe convertirse en un paraíso para el turismo gay.
Soraya Andreina Pérez