El sexo es un elemento de gran importancia para la calidad de vida personal. Contribuye de manera notable tanto al bienestar físico como al mental y al emocional. Forma parte de nuestra función como especie para procrear y como actividad esencial de disfrute puramente físico. Cuidarlo y practicarlo es estar bien con uno mismo y, si se quiere, hacer feliz a alguien más
La práctica de relaciones sexuales, en soledad o en compañía, está directamente relacionada con la salud. Está comprobado que mantener una vida sexualmente activa ayuda a conocerse a uno mismo y mejora las relaciones sociales. Pero, sobre todo, es un factor que favorece muy positivamente al organismo, mejorando el sistema inmunológico, previniendo accidentes cardíacos, combatiendo la depresión y el estrés, disminuyendo el dolor, reduciendo el riesgo de padecer cáncer de próstata, mejorando la calidad del sueño e incluso ayudando a adelgazar, pues es un ejercicio en el que se queman muchas calorías.
El riesgo de no tener una vida sexual completa. Los problemas de erección
Se conoce como disfunción eréctil a la incapacidad, de forma persistente, para lograr y mantener una erección el tiempo suficiente como para llevar a cabo una satisfactoria relación sexual. Los problemas de erección afectan nada menos que a 1 de cada 5 varones, por lo que no es un problema minoritario.
Para combatir esta situación es importante averiguar el grado de alteración que tiene la erección. Según esta calificación, existirá un tratamiento u otro que pueda mejorar la situación o eliminar el problema. En cualquier caso, existen Pastillas para mejores erecciones a partir de extractos naturales y con eficacia probada que ayudan eficazmente a reducir los síntomas de la disfunción eréctil, gracias a fórmulas que consiguen estimular la función de este aparato reproductivo.
Si se tienen problemas, pero no se está seguro de sufrir de una disfunción eréctil, basta con saber que no debe tratarse de un caso puntual, sino que se debe prolongar en el tiempo por un periodo superior a los tres meses. En caso contrario, puede deberse a una determinada dificultad en el entorno vital en el que se mueve el individuo. En ese caso, con toda seguridad, la función sexual volverá a rehabilitarse en cuanto se solucione o desaparezca el inconveniente que mantiene al sujeto en una situación de preocupación.
Si el problema persiste después de este tiempo, el primer paso es el de pedir una cita con el profesional. Y es que las disfunciones eréctiles pueden ser algo más que un simple problema de salud sexual, siendo sintomático de otras enfermedades, como aquellas relacionadas con un problema cardiovascular o metabólico. A continuación, se muestra una lista con las enfermedades más comunes que pueden causar este problema físico.
Causas de la disfunción eréctil
En muchos casos, solo hacen falta unas Pastillas para recuperar la confianza sexual. Si el problema es puramente mental, con ellas se comprobará que no hay ningún defecto físico ni psicológico y todo volverá a fluir con normalidad. Sin embargo, como se ha comentado con anterioridad, esta dificultad para conseguir y mantener una erección puede venir derivada de alguna otra causa.
Vasculares y estructurales
La enfermedad de La Peyronie o desviación patológica de la curvatura del pene es bastante común como posible origen de una disfunción eréctil. Pero, también, se dan otras causas relacionadas con el sistema vascular o la estructura de este sistema reproductivo, como por ejemplo cuando se ha realizado un trasplante renal, con una afección vascular de las arterias ilíacas, como el síndrome de Leriche, un Bypass de aorta cuando es a iliacas o a femorales, la fractura de los cuerpos cavernosos…
Neurológicos
Es, así mismo, frecuente encontrar esta patología cuando la persona ha sufrido un ictus, o tiene otras enfermedades de carácter neurológico, como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple y la llamada apnea del sueño. En relación a las producidas por la propia médula espinal, cabe señalar las hernias discales, el infarto medular o las enfermedades que producen la disolución de la mielina.
Hormonales
En este sentido, tienen una repercusión bastante directa las enfermedades hepáticas (mal funcionamiento del hígado), algunos tipos de tumores, como los estrógenos y los hipofisarios, la insuficiencia suprarrenal, la enfermedad de Cushing (hiperplasia de la hipófisis), algunos tratamientos hormonales, etc.
Psicológicos
Esta es la que la mayoría de los especialistas coinciden en señalar como la principal causa de problemas de erección. Se estima que, aproximadamente, entre un 20 y un 30 % de los casos localizan su origen en causas psicológicas, como la ansiedad, la depresión, distintos tipos de miedos y temores, psicosis, baja autoestima…
Fármacos
Esta es otra de las grandes causas de bloqueo que impiden tener erecciones naturales y satisfactorias, el uso excesivo de algunos fármacos, como los betabloqueantes, como el atenolol y el propanolol, usados para el control del glaucoma y de los sistemas asociados a la ansiedad. Pero, también, algunos antidepresivos (tricíclicos), y otros capaces de alterar la prolactina (haloeridol), drogas derivadas de los opiáceos, la cimetidina y la mayoría de los diuréticos más usados, como la espironolactona y las tiazidas, pueden ser el origen.