Atrás quedaron aquellos años en los que cientos de jóvenes asturianos abandonaron sus pueblos y aldeas natales para poner rumbo a una cualquiera de las grandes ciudades que se distribuyen por todo el territorio nacional con un único fin, labrarse un futuro mejor que el que hubieran podido tener al quedarse por aquellos lares.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, no pocos han caído en la cuenta de que la vida en un pueblo u aldea tiene muchas ventajas y muy pocos inconvenientes, haciendo que lo que fue bautizado como la España vaciada, vaya llenándose poco a poco de personas que desean ganar calidad de vida.
Y si ya mucho antes de la llegada de la COVID-19 eran muchos los que retornaban a los pueblos asturianos, ahora, esto no ha hecho sino incrementarse.
No obstante, no deja de resultar curioso que muchos de los que opten actualmente por vivir en los pueblos sean personas que han nacido y crecido en grandes ciudades, es decir, urbanitas. Quizás carecer de ello durante toda su vida y tenerlo tan cerca es lo que ha hecho que lo deseen y valoren más otros.
Pero, ¿qué es lo que ha llevado a tantos asturianos a regresar al entorno rural?
Si algo está claro es que en la actualidad vivir en cualquiera de los pueblos o aldeas asturianas no es como antaño. Primero porque hoy todas poseen unas estupendas comunicaciones e infraestructuras, lo que permite llegar a cualquiera de las grandes urbes asturianas rápidamente.
Segundo, porque como era de esperar internet ha revolucionado también el entorno rural, y hoy gran parte de los municipios cuentan con alta velocidad, por lo que es posible teletrabajar eficazmente sin miedo a que se produzcan caídas o cortes de la red.
Por supuesto, el hecho de que tantas y tantas personas nos viéramos obligados a pasar largas semanas encerrados entre cuatro paredes con apenas unas cuantas ventanas que nos permitían mantener el vínculo con el exterior ha sido uno de los principales motivos, pues, cuán distinto hubo de ser el confinamiento de aquellos que podían disfrutar de un jardín, un balcón, una terraza o cualquier otro distinto de una simple y sencilla ventana.
La seguridad es otra de las grandes razones del resurgir del rural, pues, los pueblos y aldeas asturianos no están para nada masificados y poseen bajos índices de delincuencia.
Por supuesto, no se debe olvidar que poseer un jardín propio nos proporciona oportunidades únicas, como poseer una piscina propia y exclusiva, motivo por el cual se han disparado las ventas de piscinas de acero galvanizado.
No obstante, cabe comentar que lo ocurrido en el rural asturiano no deja de ser sino un patrón que se repite a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.