Núremberg (Alemania) (dpa) – Flintstone solía ayudar a encontrar gente que había quedado enterrada por avalanchas o entre escombros, pero ya no se centra en ayudar a los seres vivos.
El pastor alemán de siete años ahora está especializado en encontrar huesos humanos. Es lo que se denomina «un perro arqueólogo».
Su dueño, Dietmar Kroepel, le ha adiestrado para encontrar huesos enterrados muy antiguos.
El cambio de carrera se debe a que Kroepel no podía continuar comprometiéndose a asistir a operaciones de rescate tres veces por semana y en fines de semana. Pero era evidente que su perro necesitaba algo en lo que mantenerse ocupado. «Son perros trabajadores hasta la médula», observa Kroepel, natural de Otterfing, en el sur de Alemania.
De todos modos, Flintstone iba a estar siempre buscando algo, cualquier cosa, explica Kroepel, y eso no era lo ideal. Así que este arqueólogo de 52 años se llevó a Flinstone con él a una excavación en Italia, con la idea de adiestrarlo para otro fin.
Ya existían precedentes en esta materia: en 2012, la revista National Geographic informó que el adiestrador de perros Gary Jackson había entrenado a un labrador negro de cruza llamado Migaloo para convertirlo en el que sería el primer perro arqueólogo.
Como prueba, Migaloo fue llevado a un cementerio de 600 años que había sido descubierto algunos años antes en Australia. Según Jackson, el perro fue capaz de señalar el lugar donde los huesos estaban enterrados en apenas unos minutos.
Por su parte, Kroepel afirma que Flintstone es el único «perro arqueólogo» con certificación en Alemania. El perro ayuda a arqueólogos que trabajan en sitios históricos. Por ejemplo, en 2016 localizó una tumba romana cerca de Ebersberg.
Flintstone también puede ayudar a la policía en casos no resueltos, en los que se sospecha que alguien fue asesinado pero del que nunca se pudo encontrar el cuerpo. En 2017 y 2018, el perro y su dueño ayudaron en 13 de esos casos.
En uno de ellos, la policía había reabierto el caso de una mujer de 18 años que desapareció hace más de 30 años. «Al final de 2017, durante la investigación, fuimos capaces de determinar un tramo de 200 metros en la carretera donde el cuerpo podría haber sido enterrado», señaló la portavoz de la policía, Anne Hoefer.
Pusieron a Flintstone a buscar en ese sitio y el perro indicó una zona donde la policía comenzó a excavar en septiembre, pero no se encontraron huesos humanos. Si queda algo por ser hallado, eso será determinado por futuras investigaciones, agrega Hoefer.
Los investigadores están convencidos de que se trata de un método útil, añade. Probablemente los servicios del perro serán solicitados de nuevo, tal vez en combinación con otros métodos, por ejemplo equipamiento para medir alteraciones en el suelo.
De modo rutinario, los perros son utilizados para ayudar a resolver casos no resueltos de asesinatos. En un bosque al este de la ciudad de Luneburgo, dos parejas fueron asesinadas en 1989, en un caso que fue conocido como los asesinatos de Goehrde. Se cree que un jardinero de cementerio, que en 1993 se suicidó en prisión, perpetró los asesinatos.
Mientras se buscaban pistas de que el hombre hubiese cometido otros crímenes, la policía utilizó perros de Croacia especialmente adiestrados que son capaces de olfatear y detectar tierra que ha estado en contacto con restos humanos antiguos. «De todos modos, un perro arqueólogo es algo nuevo para mí», añade un portavoz de la policía en Luneburgo.
Para que más animales puedan ser entrenados como perros arqueólogos, Kroepel ha fundado una asociación en Baviera, en el sur de Alemania, y otra a nivel nacional. A través de la asociación nacional determina las normas que regulan las pruebas que tienen que pasar los perros para cualificarse como perros arqueólogos. Actualmente, perros de búsqueda y rescate están siendo sometidos a dichas pruebas.
Hoy en día ya se está entrenando a otros ocho perros. Kroepel espera abrir asociaciones adicionales en dos estados alemanes en los próximos meses. A pesar del trabajo que le implican las asociaciones, a Kroepel y a Flinstone aún les queda tiempo para trabajar con la policía por las tardes y los fines de semana.
«Ésa es la ventaja en comparación con la búsqueda y el rescate», comenta Kroepel. «No hay casos urgentes a los que tengas que desplazarte de inmediato… la gente que estamos buscando lleva ya mucho tiempo esperando. Puede esperar un día más.»
Por Wera Engelhardt y Matthias Balk (dpa)
Foto: Matthias Balk/dpa