Damasco, 11 ago (dpa) – El Gobierno sirio aumentó la presión militar contra Idlib, uno de los últimos bastiones de los insurgentes en el país, con intensos bombardeos y ataques en los que han muerto durante la noche del viernes al sábado al menos 12 civiles, informó hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Los activistas informaron asimismo de intenso fuego de artillería pesada en el sur de Idlib, que destruyó al menos 50 viviendas. Las escuelas de la región fueron cerradas durante tres días de forma preventiva.
Tras la reconquista de la mayoría de los territorios insurgentes en el sur del país, el Ejército sirio se prepara para una gran ofensiva en Idlib, en el noroeste del país, controlada principalmente por la alianza insurgente de radicales islamistas Haiat Tahrir al Sham (HTS), una rama de la red terrorista Al Qaeda.
En los últimos tres años, miles de insurgentes fueron trasladados a Idlib desde ex bastiones insurgentes como Alepo o Guta Oriental. En la provincia se encuentran cientos de miles de desplazados.
El presidente de Siria, Bashar Al Assad, dijo el mes pasado que en Idlib hay decenas de miles de terroristas y por ello la región tiene prioridad ahora para el Ejército.