Nueva York, 26 jun (dpa) – «¿Quieren ver el circo?». Eduardo Balarezo, abogado de Joaquín «El Chapo» Guzmán, interrumpió la rueda de prensa a la puerta de la corte federal del Distrito Este de Nueva York. Un helicóptero había comenzado a sobrevolar el lugar, haciendo por momentos inaudibles sus declaraciones.
El letrado tomó su maletín e hizo un gesto, invitando a los periodistas a seguirle para presenciar, en la parte trasera de ese gran edificio del barrio de Brooklyn, el convoy que iba a trasladar a «El Chapo» de vuelta a la cárcel de máxima seguridad de Manhattan en la que se encuentra desde su extradición, el 19 de enero de 2017.
El «circo» son una decena de automóviles, algunos de ellos blindados y con agentes especiales con rifles de asalto, vigilados desde el cielo por el helicóptero y acompañados por una ambulancia.
La imagen se repite dos veces cada uno de los días que el narcotraficante mexicano es trasladado ante el juez Brian Cogan para una vista oral preparatoria de su juicio como la que tuvo lugar hoy en la corte federal del Distrito Este de Nueva York.
El abogado defensor de «El Chapo», considerado el ex jefe del sangriento cártel mexicano de Sinaloa, asegura que este dispositivo perjudica a su cliente porque da imagen de culpabilidad y de peligrosidad y ha pedido al juez que traslade el juicio a una corte en Manhattan.
El Metropolitan Correctional Center, una de las cárceles de mayor seguridad de Estados Unidos, está en un extremo del Puente de Brooklyn. La corte federal del Distrito Este está en el otro. Y la famosa pasarela, uno de los iconos de la ciudad de Nueva York, se corta cada vez que tiene que atravesarla «El Chapo».
«Miren el tráfico parado en todas las vías, la gente parada que no puede cruzar la calle. Imagínense esto todos los días durante varios meses a partir de septiembre», dijo Balarezo a los periodistas, elevando su voz para hacerse oír por encima del zumbido del helicóptero.
Estados Unidos acusa a Guzmán de introducir toneladas de droga en el país al frente de lo que el Departamento del Tesoro calificó como un «imperio criminal» de tráfico de cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas.
A partir de septiembre será juzgado por 17 cargos, el principal de ellos, el de manejo de una organización criminal. Que sea declarado culpable en solo uno de ellos puede ser suficiente para que pase el resto de su vida en un cárcel de Estados Unidos.
El sexagenario, que se ganó su apodo por su baja estatura, es famoso por sus fugas. Escapó de prisión en México en dos ocasiones. Las autoridades estadounidenses han establecido un férreo dispositivo de seguridad en torno a él para evitar una tercera huida, esta en suelo estadounidense.
«Miren a estas personas», pidió Balarezo apuntando a los conductores de los automóviles parados en el cruce y a los viandantes que, en medio de la frenética vida neoyorquina, no pudieron cruzar la calle durante en torno a 15 minutos. «Todos son potenciales jurados», apuntó el abogado.
El 5 de septiembre es la fecha fijada para el inicio de la selección de las 12 personas que tendrán en sus manos el futuro de Guzmán y de los cuatro suplentes. Por motivos de seguridad, el jurado será anónimo y estará custodiado. Sus miembros serán elegidos entre residentes de Brooklyn. El juicio en sí está previsto que comience el 15 de septiembre.
Balarezo pretende que este se celebre en el edificio de la corte federal del Distrito Sur de Nueva York, que está a menos de cien metros de la cárcel en la que está «El Chapo». «Nos ahorraríamos este circo. No cambiaría nada: sería el mismo juez, los mismos fiscales y el mismo jurado», manifestó.
La decisión está en manos del juez Cogan. El magistrado dijo hoy durante la vista oral que se lo está pensando.
Por Sara Barderas (dpa)