Managua, 19 ago (dpa) – El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes rechazó hoy las descalificaciones vertidas por el Gobierno de Daniel Ortega contra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y dijo que los informes de ese organismo «tienen ciertas bases».
«Creo que ese informe tiene ciertas bases y la CIDH no es un organismo no profesional, tiene reconocimiento internacional (…) no creo que ponga a gente que ande diciendo cosas falsas», dijo el prelado al concluir su misa matutina en la Catedral de Managua.
Brenes respondió así a los periodistas sobre las recientes acusaciones del Gobierno de Ortega contra la CIDH de ser parte de una «campaña de mentiras» y que «manipuló información» al investigar la crisis que vive el país desde abril.
El denominado «Informe evaluativo de la información parcializada y politizada de la CIDH en Nicaragua» elaborado por la Cancillería y dado a conocer el sábado, arremete contra una investigación preliminar presentada por el organismo el 21 de mayo y un informe final ofrecido ante el Consejo Permanente de la OEA un mes más tarde.
La CIDH habló allí de «violencia estatal» dirigida a disuadir la participación popular en las manifestaciones opositoras.
El organismo basó sus informes en observaciones en el lugar de los hechos realizadas entre el 17 y el 21 de mayo en las ciudades de Managua, Masaya (oriente), León (occidente) y Matagalpa (norte), principales focos de la violenta acción militar y paramilitar contra manifestantes antigubernamentales, así como visitas a dos importantes cárceles y un hospital.
Según el texto oficialista, la CIDH se apoyó en «informaciones audiovisuales y testimonios editados y manipulados» por los manifestantes.
A través de un comunicado, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh, independiente) rechazó el informe gubernamental calificándolo de «infundado» y de emitir «insultos, afirmaciones inexactas y descalificaciones calumniosas» contra la CIDH.
«El lenguaje descalificador» usado por el Gobierno «es una cortina de humo para evadir responsabilidades (…) al violar sistemáticamente los derechos humanos de los nicaragüenses», indicó el Cenidh.
Nicaragua vive su peor crisis política en las últimas décadas, iniciada el 18 de abril con una protesta estudiantil y que se agravó tras la violenta acción de policías y paramilitares, que ha dejado hasta hoy 450 muertos, 2.800 heridos y unos 400 detenidos según ONG de derechos humanos. El Gobierno habla de 198 muertes.
