El incremento de la temperatura del planeta Tierra como consecuencia de las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero, derivadas de la actividad del ser humano, están provocando variaciones en el clima muy drásticas e inesperadas. Es decir, nuestro planeta ya se ha calentado y enfriado en otras ocasiones de forma natural, pero lo cierto es que estos ciclos siempre habían sido mucho más lentos, necesitando millones de años de por medio, mientras que ahora y como consecuencia de la actividad humana, estamos alcanzando niveles preocupantes y radicales.
Lo que queremos decir es que el cambio climático ha producido daños irreversibles en la naturaleza y los seguirá produciendo con mayor frecuencia en el futuro. En este sentido, uno de los daños más significativos que podemos mencionar, ha sido sin duda, el ocasionado en el Ártico, ya que, durante los últimos 30 años el área total de hielo marino Ártico ha disminuido considerablemente, sobre todo en verano. Esto no sólo provoca cambios importantes en los ecosistemas locales del Ártico, sino que también afecta a los sistemas climáticos de todo el mundo.
No obstante, es complicado predecir exactamente qué efectos tendrán estos cambios a corto, mediano y largo plazo, pero lo que sí sabemos es que en aquellos años en los que el Ártico ha sido especialmente caluroso se han observado patrones meteorológicos persistentes y anómalos.
Según diversos portales de información, en la medida en la que se caliente el Ártico producto del calentamiento global y retroceda el hielo, los mecanismos de retroalimentación, entre ellos, una menor capacidad de reflexión del hielo (albedo) y la liberación de los peligrosos gases de efecto invernadero de su largo almacenamiento en el permafrost (la capa de suelo permanentemente congelada), provocarán un aumento del cambio climático mundial.
Además, tanto los estudios de observación como los de modelización indican que según desaparezca el hielo terrestre ártico (el de los glaciares) es probable que suba el nivel del mar y cambien los patrones climáticos del hemisferio norte.
Por otro lado, de acuerdo con las investigaciones, los efectos probablemente varíen por zona geográfica, ya que, algunas zonas sufrirán veranos más calurosos y secos, otras veranos más lluviosos mientras que en otras los inviernos serán más fríos y habrá más tormentas.
Igualmente, es probable que el cambio en los patrones de circulación atmosférica, entre ellos un cambio en la trayectoria de la corriente del Golfo, así como un “bloqueo” de las ondas atmosféricas planetarias contribuyan a la existencia continuada de estos cambios climáticos extremos.
Por último, también es probable que los episodios meteorológicos extremos sean más comunes en el futuro, es decir, habrá más probabilidad de sufrir olas de calor, inundaciones y tormentas muy intensas.
De hecho, muchos de estos episodios meteorológicos extremos, ya se están viviendo constantemente en diferentes partes del mundo, por lo que, es alarmante y muy preocupante cómo el calentamiento global está cambiando de manera drástica el planeta en el que vivimos y nuestra calidad de vida.
Soraya Andreina Pérez Mohammed