Ávila, 3 ene (EFE).- El Ayuntamiento de Ávila ha lamentado hoy la muerte violenta del agente del Cuerpo Nacional de Policía, Francisco Javier Ortega, que ayer fue arrollado por un tren en la estación de Embajadores, en la ciudad de Madrid, tras ser empujado por una persona a la que estaba identificando y que también cayó a la vía.
Ortega vivía en Ávila, donde según han explicado a Efe vecinos de Navarredondilla (Ávila), la pequeña localidad en la que se encuentra empadronado y será enterrado mañana, vivía con su pareja pese a que trabajaba en Madrid.
El Consistorio, además de lamentar y condenar lo que considera un «asesinato», ha enviado sus condolencias a los familiares y amigos de Francisco Javier Ortega, al mismo tiempo que les ha expresado su «apoyo en estos momentos tan tristes».
«La violencia nunca es la solución para nada», señala el Ayuntamiento de Ávila a través de una nota informativa en la que también ha transmitido su solidaridad hacia los integrantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, «especialmente en este momento» con los del Cuerpo Nacional de Policía, por su «servicio y entrega a la sociedad española».
La Policía celebra hoy en Madrid un funeral en homenaje al agente fallecido, de 28 años, en el complejo policial situado en el barrio de Canillas, donde esta noche ha permanecido la capilla ardiente del agente fallecido, de 28 años.
Según han confirmado a Efe vecinos de Navarredondilla, el funeral por Francisco Javier Ortega tendrá lugar mañana, domingo, a partir de las 12.30 de la mañana en la iglesia de Santiago en esta localidad de 270 habitantes, situada a 30 kilómetros al sur de la capital abulense.
Estas mismas fuentes han reconocido que la muerte del policía ha supuesto un «impacto grande» para los vecinos, ya que era una persona muy conocida y se encontraba empadronado en este pueblo en el que vivió con sus abuelos y su hermana tras morir sus padres cuando eran jóvenes.
Según recuerdan, el joven agente solía acudir a Navarredondilla en fiestas y durante las vacaciones.