(dpa) – Los gatos son animales limpios por naturaleza. Para que se sientan bien, es indispensable mantener limpio el arenero.
La revista alemana especializada en mascotas «Ein Herz für Tiere» (número 09/2019) recomienda que éste esté ubicado en un lugar tranquilo de la casa donde el gato se sienta seguro y al que pueda acceder fácilmente.
Además, deben evitarse zonas oscuras y húmedas como el sótano, explican.
El arenero de los gatos más pequeños tiene que ser de bordes bajos para que puedan subir fácilmente. Por su parte, el de los animales adultos debe disponer de suficiente espacio para que puedan rascar las piedras y tapar las heces.
Según los expertos no es una buena idea colocar el arenero en las esquinas porque los gatos necesitan libertad de movimiento.
Hay que cambiar la arena regularmente y limpiar la bandeja varias veces a la semana. El lecho no debe contener polvo, asbesto, pegamento o agentes aglutinantes.
Finalmente, el mismo gato le hará saber a su dueño qué tipo de arena se adaptará mejor a sus necesidades.