(dpa) – Una intensa nevada recién caída es el sueño de muchos amantes de los deportes de invierno que practican esquí de travesía o fuera de pista (freerider).
Esta nieve suele encontrarse en las cotas altas y permite a los esquiadores desplazarse con rapidez.
Sin embargo, la Asociación Alemana de Esquí (DSV) advierte que cada metro de nieve nueva también aumenta el riesgo de aludes. Por lo tanto, recomiendan tener mucho cuidado cuando se esquía fuera de pistas y senderos oficiales.
El DSV aconseja tener en cuenta las siguientes reglas:
- Una preparación adecuada para realizar una excursión en la montaña incluye siempre la lectura del informe de aludes y de las previsiones meteorológicas.
Los reportes, que pueden consultarse a diario de manera online, informan sobre la situación de todas las estaciones europeas de esquí, por ejemplo, a través del Servicio Europeo de Alerta de Avalanchas.
- Cualquier persona que se desplaza fuera de las pistas marcadas debe conocer el significado de los niveles de alerta de avalancha del uno al cinco.
Las cifras proporcionan información sobre la estabilidad del manto de nieve y se aplican en toda Europa. Según la DSV, es de esperar que el peligro aumente a partir del nivel tres.
Cuando se llega a ese nivel, en Alemania se encienden luces amarillas de advertencia en las taquillas y accesos a los teleféricos y telesillas. En Austria, en tanto, se emite la señal de advertencia a partir del nivel cuatro.
- Cuanto mayor es la pendiente, mayor es el peligro de una avalancha de nieve. La DSV recomienda estimar de antemano la pendiente de la ruta que se va a recorrer con la ayuda de un mapa topográfico.
- Si se desprende una placa de nieve o se desata un alud, hay que esquiar hacia un costado y abandonar de inmediato la zona de peligro. Si esto no es posible, se debe proteger la cara con los brazos para crear una burbuja de aire mientras caen las masas de nieve. Si se lleva una mochila antiavalanchas se deberá activar el airbag.
- El equipo básico que hay que llevar en una mochila incluye también una pala, una sonda y un transceptor de avalanchas. El instrumento, que permite localizar a una víctima enterrada, debe llevarse en el cuerpo durante el recorrido y estar siempre encendido.
Es importante asimismo saber utilizar el transceptor correctamente en la búsqueda de personas desaparecidas. La DSV recomienda participar para ello en cursos prácticos, como los ofrecidos por dicha institución o también por la Asociación Alpina Alemana, los guías de montaña y las escuelas o clubes de esquí.