MIAMI BEACH, Estados Unidos (dpa) – No hay duda alguna en que Rocco tiene madera para convertirse en uno de los favoritos de YouTube. Con su baja altura se pasea por las aguas poco profundas, la arena húmeda o los kayaks en naranja chillón y mira con curiosidad en el interior de una nevera portátil entreabierta, hasta que una ola lo sorprende y se agita para escurrir su piel. Pero nadie retiene las imágenes con una videocámara y por ello Rocco, el pequeño perrito con su chaleco salvavidas amarillo, tan sólo es una estrella local en el banco de arena de Haulover en el norte de Miami.
Los sábados y domingos se reúnen aquí remeros, propietarios de lanchas motoras, amantes del jetski y algún que otro surfista. Todo comienza ya en horas de la mañana en un lugar no muy lejos del Oleta River State Park, en el que el agua tiene menos de 30 centímetros de profundidad. Con la marea baja, algunas partes del banco de arena se quedan incluso completamente secas.
El banco de arena se encuentra en el Atlantic Intracoastal Waterway, una vía acuática de unos 4.800 kilómetros de largo que se extiende a lo largo de la costa este de Estados Unidos, desde Florida hasta Nueva Inglaterra, a menudo entre islas y promontorios en el este y la verdadera tierra firme en el oeste. Así es también aquí en esta zona poco profunda: Sólo la fina franja de Miami Beach y el banco de arena de Haulover separan el Atlántico de la zona de navegación por la que transitan yates de lujo.
Altos edificios de apartamentos conforman el escenario de este espectáculo sobre el agua cálida color turquesa. En el sur se pueden reconocer las torres de oficinas de Downtown Miami. En torno a las 11:30 se pueden contabilizar ya unas dos decenas de barcos grandes, que han hundido su ancla en el banco de arena. Desde el Oleta River State Park en la zona de tierra se aproximan cada vez más remeros en sus kayaks, mientras que motos acuáticas recorren la zona haciendo gran ruido.
Algunos barcos suben el volumen de sus equipos de música. La canción del Mundial de fútbol de Sudáfrica, «Wavin’ Flag» de K’naan se entremezcla con otros temas más viejos de Gloria Estefan o «Rhythm of the night» de Corona. A quien le molesta la música del otro, sube sin más el volumen y genera a menudo con ello una reacción en cadena.
Pasadas las 12:00, llega la comida. Desde una plataforma flotante se venden hamburguesas a cinco dólares, perritos calientes y helados. En el agua se forma una larga fila. Otros visitantes instalan bien cerca una red de voleibol. Aquí y allá se ven discos voladores.
También los turistas pueden unirse a la fiesta, aunque alquilar una embarcación deportiva en Miami no sale nada barato. Las canoas y los kayaks que se alquilan en el Oleta River State Park salen algo más económicos, por entre 40 y 55 dólares por tres horas.
Por Christian Röwekamp (dpa)