(dpa) – «Me decían que era demasiado oscura para la televisión y que debía ponerme más maquillaje», recuerda Yvonne Okwara.
La presentadora escuchaba a menudo este tipo de comentarios de jefes, compañeros de trabajo y amigos y desde el inicio de su carrera supo que tendría más obstáculos laborales que otros colegas.
«Intuía que mi aspecto y el color de mi piel no me iban a llevar muy lejos, porque eso no es lo que quiere aquí la sociedad», explica. Okwara no se enfrentó a estas hostilidades en Estados Unidos o en Europa, sino de su propio país, en Kenia.
«Incluso entre los africanos, las personas de piel más oscura sufren distintos niveles de estigmatización», destaca.
Esta discriminación está muy extendida en África y Asia, donde existe una industria multimillonaria que ofrece productos destinados a aclarar la piel.
Sin embargo, como consecuencia del movimiento global contra el racismo también se está produciendo un cambio en ese sentido.
Desde hace varias décadas existen en el mercado productos para aclarar la piel. Algunos contienen agentes blanqueadores y sustancias nocivas como la hidroquinona que pueden causar daños en la piel, advierte el dermatólogo indio Rashmi Sarkar.
Según Sarkar, por lo general la mayoría de las cremas solo tienen un efecto temporal y los consumidores tienen que usarlas durante toda la vida. Sin embargo, esto de ninguna manera impide que mucha gente compre tales productos.
Ya de niña Vaidehi Sriram comenzó a sentir lo que significaba en la India tener un tono de piel más oscuro. La mujer, que ahora tiene 36 años, cuenta que los maestros elogiaban la apariencia de las chicas con tez más clara.
También en las celebraciones familiares los parientes le decían que con su color de piel no iba a poder encontrar un hombre adecuado o le aconsejaban no usar vestidos de color rosado porque la hacían parecer más oscura.
Así fue como en su adolescencia Sriram y su hermana hicieron lo que hacen muchos hombres y mujeres en Asia y África: ponerse crema en el rostro con la esperanza de blanquear la tez. «A veces teníamos la cara tan blanca que parecíamos fantasmas», detalla.
La industria de los productos para aclarar la piel está en auge. Según un estudio del instituto de investigación Strategy MRC, el valor de ese mercado era de unos 4.400 millones de dólares en 2018. Se estima que hasta el año 2027 ese valor se disparará a unos 8.700 millones de dólares.
La razón principal de este crecimiento es que la apariencia juega un papel cada vez más importante; por otro lado, los potenciales clientes tienen más dinero. Sobre todo la región de Asia y el Pacífico está experimentado un crecimiento muy «lucrativo». Allí también los mayores actores del mercado son empresas de belleza mundialmente conocidas.
Pero lentamente la industria se está viendo obligada a cambiar. El movimiento «Black Lives Matter» (Las vidas de los negros importan) en Estados Unidos ha fortalecido la lucha contra el racismo en todo el mundo. Esto también incluye cuestionar los viejos supuestos ideales de belleza.
«A raíz de las protestas y los movimientos antirracistas algunos fabricantes y empresas están considerando la posibilidad de cambiar sus productos aclaradores de la piel y palabras que aludan a la blancura en sus empaques», señala Rupali Swain, del instituto de investigación de mercado GMI.
El gigante de cosméticos británico-neerlandés Unilever es uno de los que dio un paso hacia una visión más inclusiva de la belleza. Su crema aclaradora «Fair & Lovely» ha sido muy popular en la India durante mucho tiempo. Incluso, hasta hace unos pocos años, una publicidad en la televisión mostraba cómo la gente era más feliz y más exitosa después de usar la crema y adquirir un color de piel más claro.
El nombre de la marca ha sido fuertemente criticado, teniendo en cuenta que «fair» además de justo también significa claro. Así es que Unilever decidió cambiar el nombre de su cartera de productos para el cuidado de la piel, que ahora se llamará «Glow & Lovely»(brillo & encanto).
«Admitimos que palabras como ‘justo’, ‘blanco’ y ‘luz’ sugieren un ideal de belleza singular que no nos parece correcto», reconoció un portavoz de Unilever. Por ese motivo la empresa decidió eliminar completamente estas palabras del envase y de la comercialización.
Por su parte, muchos críticos exigieron que Unilever deje de producir «Fair & Lovely». La crema «promueve el racismo entre los consumidores», señalan en una petición.
Otras empresas han ido un paso más allá, como por ejemplo Johnson & Johnson, que acaba de anunciar que ya no venderá dos líneas de productos.
«Las discusiones recientes han revelado que los nombres y las propiedades de algunos de nuestros productos para reducir manchas inducen a pensar que tener una piel más clara es mejor que nuestro propio y único tono de piel», sostiene una declaración de la empresa.
«Esa nunca fue nuestra intención, una piel sana es una piel hermosa», agrega el comunicado de Johnson & Johnson.
Sin embargo, la transformación se debe dar en la sociedad. Y aunque la presentadora de televisión Okwara nunca ha usado productos para blanquear su piel, igualmente dice: «Hay días en los que te despiertas y te preguntas cómo sería tu vida si te vieras diferente».
La keniata insiste en que el verdadero problema en realidad es la discriminación basada en el color de la piel. «Si el tono de la piel no importara, no habría una industria de blanqueamiento de la piel», resalta.
En tanto, la india Sriram ya no usa cremas para aclarar la piel y lleva vestidos rosados porque le gusta el color. Además, está casada y educa a su hija para que ame su tono de piel.
Por Anne-Sophie Galli y Gioia Forster (dpa)