Para estudiar una carrera universitaria no es requisito indispensable tener 20 años. Cualquier edad es buena cuando de adquirir nuevos conocimientos se trata. Sin embargo, existe mucho tabú sobre el tema, y algunas personas que desean retomar sus estudios o estudiar una carrera a partir de los 30 años, se privan de hacerlo porque piensan que “ya están demasiado viejos”.
Lo que no saben es que estudiar a partir de los 30 años es una práctica cada vez más frecuente en la sociedad tecnológica en la que vivimos inmersos hoy en día.
Pero, además, tener más de 30 años y retomar los estudios tiene sus ventajas en comparación con los jóvenes de 20. Así que, a continuación, te hablaremos de los beneficios de regresar a las aulas después de los 30.
Lo primero que debes saber, es que, estudiar y formarse es beneficioso a cualquier edad. Eso debes tenerlo claro. Sin embargo, en la actualidad, un buen número de documentos académicos o de carácter formativo han adquirido un formato digital, y, por lo tanto, si retomas los estudios ahora, probablemente ya no tendrás que gastar tanto dinero en libros o documentos impresos porque ahora casi todo se puede descargar por internet.
Asimismo, estudiar en una edad más madura es ventajoso porque, según los expertos, los cerebros adultos son capaces de identificar de manera más rápida las ideas centrales de un tema. Así pues, con el paso del tiempo, las habilidades para analizar, interpretar y resolver problemas mejoran, lo que facilita entender con mayor claridad los ámbitos de estudio.
Por otro lado, a los 30 años o pasados los 30, ya ves la vida con mayor responsabilidad y entiendes que ir a clases y prestar atención es importante. En consecuencia, el estudiante adulto suele estar mucho más motivado, ya que, en un número amplio de casos, pretende mejorar su calidad de vida, aumentar la satisfacción laboral y ganar tiempo para compartir con los suyos. Estos alicientes estimulan su aprendizaje.
Y, por último, los adultos tienen a aprovechar mejor cada día de estudio, ya que, en la mayoría de los casos, los adultos carecen de tiempo suficiente para estudiar. Por tanto, se fijan objetivos en corto plazo y están más comprometidos con los resultados a lograr. De esta manera, el estudiante adulto, en su afán de no perder tiempo, suele ser más aplicado y perseverante.
Así que, si quieres volver a las aulas y tienes más de 30 años, recuerda que nunca es tarde para hacerlo y seguro con las experiencias de vida que has acumulado hasta ahora, podrás sacarle el máximo provecho a tu proceso de aprendizaje. No te frustres si al principio te cuesta un poco cogerle el ritmo de nuevo al estudio, es sólo cuestión de tiempo para que puedas demostrarte a ti mismo que siempre se puede lograr un objetivo, nunca es tarde para reinventarse y abrirle la puerta a más y mejores oportunidades.
Por: Soraya Andreina Pérez Mohammed