Madrid, 20 mar (dpa) – Comienza la cuenta atrás para que la Justicia española decida el futuro de Iñaki Urdangarin, cuñado del rey Felipe VI, un año después de que fuera condenado a seis años y tres meses de prisión por un caso de corrupción que puede llevarle a prisión.
El miércoles, el Tribunal Supremo español comenzará a analizar los recursos presentados por Urdangarin, quien pide la anulación de la condena, y por la Fiscalía, que reclama aumentar la pena impuesta.
Si los jueces confirman la condena o siguen el criterio de la Fiscalía, el cuñado del rey ingresará previsiblemente en prisión.
La Audiencia de Palma condenó en febrero de 2017 a Urdangarin por prevaricación, malversación, fraude, tráfico de influencia y dos delitos fiscales. Su mujer, la infanta Cristina, fue absuelta en el mediático proceso que lastró la imagen de la monarquía española.
Urdangarin, de 50 años y ex jugador profesional de balonmano, quedó en libertad provisional hasta que la sentencia sea firme.
Ahora, el ex deportista pide que se anule la condena al entender que él no se ocupaba «ni de temas contables ni financieros ni fiscales» cuando dirigía el Instituto Nóos, una entidad sin ánimo de lucro a través de la cual presuntamente desvió dinero público.
La Fiscalía, por su parte, reclamó aumentar la pena impuesta a diez años de prisión.
También recurrieron sus respectivas condenas Diego Torres, ex socio de Urdangarin en el Instituto Nóos y condenado a ocho años de cárcel, y Jaume Matas, ex presidente del Gobierno regional de Baleares, a quien la Justicia le impuso una pena de tres años y medio de prisión.
Aunque la vista pública de los recursos presentados se celebrará el miércoles, la decisión del Supremo y la sentencia firme que definirá si Urdangarin entra o no en prisión podría demorarse semanas, según aclararon fuentes del tribunal a dpa.
El estallido del escándalo por el «caso Nóos» supuso un golpe para el entonces rey Juan Carlos I, quien abdicó en su hijo Felipe en 2014. Con la llegada al trono del nuevo monarca, la infanta Cristina y su hermana Elena quedaron fuera del núcleo de la familia real.
Antes, Juan Carlos I había apartado a su yerno de los actos oficiales de la casa real por su «comportamiento no ejemplar» y había borrado también su perfil de la página web de la institución.
Desde 2013, Urdangarin vive en Ginebra (Suiza) junto a su esposa y los cuatro hijos que el matrimonio tiene en común. La familia se mudó allí para tratar de evitar la presión mediática y social levantada por las investigaciones de «Nóos».
Uno de los momentos más delicados para la pareja fue cuando tuvieron que sentarse en el banquillo de los acusados a principios de 2016 en un juicio que acaparó la atención de medios de todo el mundo.