Roma, 13 jun (dpa) – El ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, amenazó hoy con cancelar la cumbre franco-italiana del viernes si el Gobierno de Francia no se disculpa por sus críticas a la gestión italiana de la crisis por el barco «Aquarius», en el que viajan 629 inmigrantes y que ahora se dirige a España.
«Sin una disculpa oficial (el primer ministro Giuseppe) Conte no haría bien en ir a París», dijo Salvini a la prensa sobre el encuentro previsto con el presidente Emmanuel Macron.
«Nuestra historia de solidaridad, generosidad y voluntariado no se merece un golpe por parte de miembros del Gobierno francés, y espero y pienso que el Gobierno francés va a presentar una disculpa oficial a la mayor brevedad», aseguró Salvini.
La indignación llega tras las declaraciones que hizo el martes el portavoz del Gobierno de Macron, Benjamin Griveaux, después de que Italia impidiese al barco «Aquarius» atracar en sus puertos y desembarcar allí a los más 629 migrants. Griveaux calificó esa actuación de cínica e irresponsable. El portavoz del partido de Macron, Gabriel Attal, dijo además que la posición del Gobierno italiano era «nauseabunda».
El Ministerio de Exteriores italiano convocó además al embajador de Francia en el país para pedirle explicaciones por las críticas de París. Y el ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, no acudió a una reunión prevista hoy en París con su hómologo galo, Bruno Le Maire. Según fuentes del ministerio francés, esa visita se celebrará en los próximos días.
Salvini acusó a Francia de no haberse hecho cargo de casi 10.000 solicitantes de asilo de Italia que estaban incluidos en el pacto de distribución de refugiados de la Unión Europea. «En tres años, en lugar de acoger a 9.816 inmigrantes, (Francia) acogió a 640», señaló. Asimismo, urgió al presidente francés a «pasar de las palabras a los hechos» y empezar a acoger a los solicitantes de asilo «a partir de mañana».
París intentó suavizar algo su postura: «Somos plenamente conscientes de la carga que supone la presión migratoria para Italia», dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores. Dentro de Francia se generó también un debate al no haber ofrecido Macron que el «Aquarius» atracase en sus costas.
La disputa migratoria entre Francia e Italia viene de tiempo atrás, pues Roma acusa a París de rechazar a muchos migrantes en la frontera que comparten ambos países.
El «Aquarius» fue rechazado el domingo por los puertos italianos y Roma insistía en que se dirigiera a Malta, algo a lo que a su vez se negaba la isla. Finalmente, España se ofreció a recibirlos y el buque va rumbo al puerto de Valencia. El martes más de 520 migrantes fueron traspasados a dos barcos de la Guardia Costera y la Armada italianas y los tres buques se pusieron en marcha para recorrer la ruta de 1.500 kilómetros hasta el puerto español.
Se espera que llegue allí el sábado por la tarde, pero la hora exacta dependerá del tiempo y las condiciones meteorológicas, aseguró Sophie Beau, de la organización humanitaria SOS Méditérranée, que opera el «Aquarius». Se esperan olas de hasta cuatro metros en cuanto el barco salga del estrecho de Sicilia -entre la isla italiana y Túnez-.
Beau llamó a los países europeos a buscar una solución política a los rescates de inmigrantes en el Mediterráneo. En los últimos años han muerto 15.000 personas tratando de cruzar al Viejo Continente. «La prioridad es crear una flota adecuada para llevar a cabo acciones de rescate en el mar. Llevamos diciéndolo 28 meses pero nadie nos escucha», se lamentó.
Mientras tanto, la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social española, Magdalena Valerio, afirmó hoy que el Gobierno «no descarta» otorgar el estatuto de refugiado a los migrantes aunque pide «prudencia». «Prefiero ser prudente y no adelantarme a los acontecimientos, porque cada uno tiene que tener el tratamiento médico, humano y jurídico correcto», aseguró en entrevista con TVE.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó que España puede acoger a los migrantes porque el país «está muy lejos de haber cumplido con los cupos que se asignaron» cuando estalló la crisis de los refugiados en la Unión Europea. «Podemos perfectamente aumentar el número de personas que recibimos pura y simplemente para cumplir con lo que acordamos».
En su opinión, «no les debería dar exactamente igual» a los socios de la UE el movimiento que ha hecho España, porque pone de manifiesto «un problema de fondo que no se resuelve» y es que las fronteras exteriores de cada Estado miembro son también comunitarias.
«En el pasado hemos dejado a Grecia más bien sola, después a Italia y mañana nos podría tocar a nosotros. De lo que se trata es de llamar la atención sobre un problema que tenemos los europeos, que se manifiesta de manera más grave para algunos, y que hay que hacer frente de manera conjunta», dijo.
La Generalitat Valenciana ubicará en la antigua sede de la Copa América del puerto de Valencia la base logística que coordinará la llegada y acogida de las 629 personas a bordo del «Aquarius» y de las otras dos embarcaciones.
Por otra parte, hoy sí pudo atracar en Italia otro barco de la Guardia Costera con 900 migrantes. A bordo iban también dos cadáveres, informó en Twitter la ONG Médicos Sin Fronteras. Los rescatados estaban completamente desorientados a su llegada a Catania, en Sicilia. «Algunos ni siquiera sabían que estaban en Italia».
Tras lo ocurrido con el «Aquarius», otro barco de la Marina estadounidense con 12 cadáveres a bordo y 41 migrantes rescatados de un naufragio se encuentra en estos momentos en el Mediterráneo esperando instrucciones para poder acudir a un puerto seguro, informó hoy la organización humanitaria alemana Sea-Watch.
La Marina estadounidense llamó a la organización germana el martes para acoger a los rescatados y hacerse cargo de los cadáveres delante de la costa de Libia, explicó el portavoz Ruben Neugebauer. Pero preocupados por sufrir el mismo destino del «Aquarius», la organización no acogió a los supervivientes a bordo y se militó a ofrecer suministro médico.
Por Alvise Armellini y Sebastian Kunigkeit (dpa)