Hay todo tipo de actividades con las que las personas logramos relajarnos del ajetreo del día a día. Unos apuestan por leer para evadirse, otros por dejarse absorber por el sofá mientras hacen zapping y muchos, incluso, por hacer intensas sesiones de ejercicio con las que descargar tensiones. Pero, si hay algo en lo que la gran mayoría coincide, es en hacer manualidades para entretenerse y desconectar.
Algo tan sencillo como recortar, pegar y hasta colorear puede hacer que nuestra mente deje atrás todas esas cargas que no dejan de nublarla y se ciña solo a un momento sencillo. ¿El problema?, que para muchos esto se convierte en algo hasta peor. Y es que los que tienen menos destreza o, simplemente, son menos organizados, acaban desquiciándose por no ser capaces de hacer nada con sus propias manos y un poco de cartón.
Esto no significa que haya personas que no puedan llevar a cabo manualidades para esa desconexión tan necesaria. Todo es cuestión de saber cómo enfocar las cosas para poder hacerlas. Si eres de ese grupo tan poco agraciado para esto de recortar y pegar, respira con tranquilidad. Vamos a darte unas pautas para que poco a poco veas que sí que se puede cuando uno de los propone.
En realidad, todo parte de un punto tan sencillo como es la organización. Siendo ordenado y paciente, puedes practicar largo y tendido para ir obteniendo resultados que seguro no eres capaz de imaginar ahora mismo. No es tan difícil, aunque sí que exige ser metódico y prestar mucha atención a los detalles. Y ahora, vamos a comenzar a explicarlo todo.
Protege la zona donde vas a estar
Te pongas donde te pongas en casa, recuerda que vas a estar cortando tiras de diferentes materiales, utilizando diferentes pegamentos o incluso adhesivo hot melt. Si no proteges la zona donde te vas a poner manos a la obra con tu sesión de manualidades, puede que te arrepientas a la hora de recoger y, sobre todo, de limpiar todas esas cosas que no salen de ninguna de las maneras.
Utiliza un mantel viejo, compra incluso un hule barato y colócalo sobre tu «zona de trabajo» para luego solo tener que quitarlo y olvidarte de cualquier problema. También hay que ser cuidadoso y evitar derrames involuntarios o cualquier desliz que te obligue a rascar luego.
Asegúrate de tenerlo todo
¿Hay algo más molesto que sentarse tras organizarlo todo y ver que no puedes empezar porque te falta algo? Pasa lista antes de entrar en acción para evitar esto, porque es una de las situaciones más fastidiosas con las que te puedes topar, sobre todo si has tenido que hacer malabares para aclarar algunas horas que aprovechar para relajarte un poco.
Si te falta algo, asegúrate de comprarlo y que sea una marca de confianza. Tijeras de buena calidad, capaces de cortar sin tener que esforzarse demasiado; pegamento de Indumarsan, empresa reconocida por la calidad de sus productos; hasta cartulinas o papeles de lugares donde sepas que valen lo que cuestan.
Organízalo todo debidamente
Las herramientas que más vayas usar, más cerca de ti; las que menos, más alejadas. Lo mismo con los materiales a emplear. Hay que ser organizado a la hora de trabajar, incluso cuando se trata de hacer manualidades. Pero la cosa no se ciñe solo al momento de actuar, sino también cuando no estás haciendo nada.
Procura guardarlo todo en su debido sitio, incluso agrupar cada herramienta o material por tipo. Así, cuando busques algo para pegar, sabrás dónde está y tendrás para elegir, por ejemplo. Puede ser desesperante tener que buscar algo y no encontrarlo por ningún lugar debido a un despiste que tuviste en su momento. ¡Más vale prevenir que curar!
¡No te saltes los pasos!
Salvo que seas una persona con una grandísima inspiración; será mejor que hagas caso a pies juntillas de todo lo que indiquen las instrucciones que estás siguiendo para hacer tu pequeño proyecto casero. Quienes se saltan algo o no hacen las cosas cómo están indicadas son los más propensos a acabar abandonándolo porque los resultados no están siendo los esperados.
¿Paciencia?, por supuesto. Pero nadie dijo nunca que hacer una manualidad fuera cuestión de segundos. Hace falta prestar especial atención y cuidado cuando se trata de trabajar con tus propias manos.
Son solo cuatro sencillas pautas que te van a hacer ver cómo es posible llevar a cabo manualidades sin caer en la desesperación. Eso sí, que se abstengan los que no sean pacientes, porque entonces la mezcla de sus manos con su impaciencia puede ser un cóctel bastante indigesto tanto para su cabeza como para esos pobres papeles, cartones o lo que sea con lo que estén intentando trabajar.