Si hay algo que de verdad gusta es secarse después de una ducha o un relajante baño con una toalla suave, cuyo algodón aún permanezca sin apelmazarse, que siga siendo como la primera caricia cuando se estrena.
Sin embargo, con el paso de los lavados, por muchos gramos de algodón que tengan, acaban apelmazándose y haciendo que de la suavidad se pase, incluso, a que el contacto sea áspero.
¿Se puede evitar eso? Por supuesto. Probáblemente todo tenga que ver con la forma de lavar
¿Cómo lavar una toalla para que siga suave?
De la mano de los expertos en ropa de cama y complementos para el hogar, se puede conseguir que realmente las toallas, sábanas, paños e incluso prendas de punto y algodón sigan manteniéndose tan suaves como el primer día
Para empezar, fuera suavizantes y lejía. Aunque hay una máxima en la publicidad que habla del uso de suavizantes para conseguir ese efecto esponjoso, lo cierto es que al final consigue el efecto contrario.
Las fibras no necesitan demasiados productos para conseguir limpiarse. De hecho, el exceso de jabón también perjudica un resultado final satisfactorio. En este sentido, menos es más.
Menos jabón, sin suavizante, poco centrifugado y, si es posible, una secadora – sin dejar que finalice del todo el ciclo – son las claves para que las toallas y sábanas sigan como el primer día.
“Hay quienes hablan de aprovechar antes del lavado para remojarlas en agua con vinagre y limón, pero si luego en el ciclo de lavado se incluye lejía o suavizante no sirve de nada” explican.
Y es que el truco en realidad se basa precisamente en eso, en agua fría como norma general en la lavadora y hueco para que puedan moverse dentro del tambor con libertad para seguir el ciclo y soltar cualquier resto de jabón.
La ropa del hogar, un complemento que entra en la psique
La ropa del hogar y su olor forma parte, en muchas personas, de sus recuerdos. ¿Quién no recuerda el olor del baño de la abuela? ¿el olor de las sábanas tendidas para solearse?
Aunque parecen complementos que simplemente hay que comprar para que cumplan con su papel, va mucho más allá de eso.
A nivel psicológico acompañan a la persona en su momento de descanso, lo que hace que cobren de verdad una importancia básica en su seguridad y relax.
“Son muchos lo famosos que utilizan su poder para ssolicitar cierto tipo de sábanas u olores en los hoteles. De hecho, el resto no lo hacemos porque no tendríamos esa possibilidad y es lo que hace que añoremos nuestro hogar, nuestra seguridad y nuestros olores. Tanto es así que hay gente que viaja incluso con la funda de la almohada para que el olor sea reconocido por su subconsciente en el descanso” explican psicólogos.
Por eso hay gente que prefiere no cambiar de detergente para conseguir ese efecto de estar en casa.
Así que es hora de aprender y darle una vida mejor a este tipo de tejidos. Toallas, sábanas, albornoces o incluso trapos hablan mucho de uno mismo.