(dpa) – Que haya un perro en la oficina suele ser pura ganancia para todos. Por un lado, el perro no se queda solo en casa y sus dueños evitan sentirse culpables. Por el otro, un perro puede ser tema de conversación entre colegas y generar un clima positivo de trabajo.
Si ninguno de los compañeros de trabajo le tiene miedo a los perros, la presencia de un animalito ayuda incluso a reducir el estrés, de acuerdo con la Asociación Protectora de Animales alemana.
Los especialistas advierten que para que el perro pueda estar tranquilo en la oficina, es importante que cuente con un lugar fijo donde cobijarse, como un canasto o una caja, en donde nadie lo moleste. También debe tener todo el tiempo a disposición un cuenco con agua fresca.
Por otra parte, las pausas que haga el dueño del perro en el trabajo deben estar dedicadas a la mascota. Puede aprovecharlas, por ejemplo, para sacarlo a pasear, incluso en compañía de algunos de los colegas.