Una adecuada higiene bucodental es clave para mantener un buen estado de salud. Y no solo hablamos de la salud bucal, sino también en todo el organismo, pues las afecciones en los dientes y encías pueden derivar en problemas en otras partes del cuerpo.
Además, unos hábitos correctos de higiene bucodental son también positivos en el aspecto estético, pues con ellos se logra una mejor sonrisa. Por todo el mundo es sabido que el cepillado dental es clave, al menos dos veces al día y con una dinámica correcta, pero más allá de eso, los especialistas ponen el foco en el uso de enjuagues dentales, en concreto los más eficaces son los de clorheridina.
¿Cómo desarrollar buenos hábitos de higiene bucodental?
El cepillado dental es el primer proceso en este hábito de higiene. Lo aconsejable es frotar con el cepillo durante dos minutos e ir desde las encías a los dientes, no al revés, para finalizar cepillando la lengua de dentro hacia afuera.
Este acto rutinario hay que hacerlo pasados unos 20 minutos después de cada comida o, como mínimo, dos veces al día. Es también importante medir bien la cantidad de dentífrico a colocar sobre el cepillo, del tamaño de un guisante, pues cuanta más pasta se use, más espuma se genera y el cepillado finaliza antes.
La metodología de cepillado es también sencilla, movimientos cortos, verticales o circulares, pero no horizontales, y con el cepillo a la altura del borde de las encías a un ángulo de unos 45 grados.
Seda dental y enjuague bucal
Tras finalizar el lavado de dientes debemos pasar el cepillo por la lengua y el paladar, para eliminar las bacterias que se acumulan y provocan mal aliento. Y una vez hemos acabado con esta tarea llega el momento de la seda dental.
Con este producto lo que conseguimos es mantener limpios los espacios interdentales y evitar la proliferación de bacterias. El hilo dental hay que usarlo al menos una vez al día y con respecto al cepillo, nunca hay que compartirlo y se usa por un tiempo no superior a tres meses continuados. El siguiente paso es el aclarado del cepillo y el secado, que es imprescindible para que no se convierta en un foco de gérmenes.
El último paso es el uso de enjuagues bucales o colutorios. No es tan imprescindible como el cepillado, pero sí es muy aconsejable. No obstante, esta práctica no sustituye al cepillado. El enjuague bucal debe mantenerse en boca aproximadamente 30 segundos, con movimientos enérgicos que lleguen a toda la superficie. Tras expulsar el colutorio, no debemos enjuagarnos la boca ni beber nada de líquido en unos 10 minutos.
¿Qué utilidad tiene el enjuague con clorhexidina?
El enjuague bucal con clorhexidina na es uno de los más eficaces de cuantos existen. Existen una serie de advertencias y consejos para el uso de la clorhexidina en la boca, aunque lo más destacado es que se usa para prevenir infecciones, actuar frente a lesiones de la mucosa dental, tratar enfermedades propias de las encías como la gingivitis y la periodontitis o como tratamiento posterior a intervenciones quirúrgicas tales como los implantes dentales o las extracciones.
El uso de este enjuague dental es más delicado que otros, porque requiere la prescripción de un odontólogo, que es el que decide bajo su criterio profesional cuál es el tipo de tratamiento. Además, un uso inadecuado puede generar un desequilibrio en la comunidad bacteriana del sistema bucodental.
En esta web podemos consultar más sobre los enjuagues con clorhexidina, cuál es su uso más frecuente y sus concentraciones más habituales. A mayor grado de infección será necesaria mayor concentración de esta sustancia, si bien el mayor grado de concentración en este tipo de enjuagues no alcanza a superar el 0,2%.
¿Cómo se usa la clorhexidina?
Mantener una buena higiene bucodental mediante el uso de este colutorio conlleva a realizar las mismas tareas que de costumbre en este tipo de hábitos. La única salvedad es que el enjuague está más dirigido a tratar problemas de infección que han de ser prescritos por un profesional.
De este modo, tas el cepillado y el paso de la seda dental, la clorhexidina se aplica directamente del frasco o el spray a la boca y hay que enjuagar toda la cavidad, con la boca cerrada, por unos 30 segundos. Posteriormente se escupe el enjuague y no se bebe ni se come nada por unos 10 minutos.
Es recomendable realizar este hábito al menos dos veces al día, pero si solo es posible en una ocasión, el mejor momento es antes de ir a la cama. Este colutorio no se debe tragar ni enjuagar el agua.
Otra opción es usar clorhexidina mediante gel. En este caso lo que sucede es que se genera una película protectora en aquellas zonas en las que se ha aplicado el enjuague. Como el spray y el colutorio, ha de usarse dos veces al día como mínimo.