La enfermedad del ojo seco es una afección que surge por distintas causas, principalmente porque el ojo no tenga la suficiente lubricación. El ojo seco puede suponer una gran molestia a la persona que lo padece. Vamos a verlo en profundidad.
Qué es la enfermedad del ojo seco
La enfermedad del ojo seco, también conocida como síndrome del ojo seco, produce una sequedad ocular debido a la falta de lubricación y humedad sobre la superficie del ojo. Esto provoca que haya una irritación ocular leve, pero que puede ser muy incómoda para la persona cuando lo sufre.
Aunque en principio este síndrome no revista de gravedad, se trata de una irritación que se produce de forma constante y que produce una inflamación significativa. De este modo, el ojo seco puede llegar a provocar incluso que aparezcan cicatrices en la superficie frontal del ojo.
Existen distintas formas de denominar a esta afección. Uno de ellos es, simplemente, ojo seco, pero hay otros nombres más técnicos para referirse a él, como queratitis sicca, que se suele emplear cuando la sequedad produce inflamación en la córnea.
También recibe el nombre de queratoconjuntivitis sicca, cuando demás afecta a la conjuntiva, una membrana mucosa que cubre la cara posterior de los párpados y la parte anterior del globo del ojo. Otra de las variables es el síndrome de disfunción lagrimal, término que apela a la calidad y cantidad de las lágrimas.
Los síntomas son bastante variados. La persona que lo sufre puede sentir sensación de quemazón y picazón en los ojos, hasta punzadas de dolor, pesadez en los párpados, ojos cansados, sensibilidad especial a la luz, visión borrosa, ojos rojos y dolor de cabeza.
En casos más graves, hay personas que pueden llegar a tener la sensación de tener algo dentro del ojo. Esto puede llegar a ser muy incómodo para quien lo experimenta, además de producir mucho dolor.
Por último, aunque pueda resultar más extraño este aspecto, tener los ojos llorosos también puede indicar que se padece el síndrome del ojo seco. Esto es debido a que la superficie del ojo desarrolla estas lágrimas como mecanismo de protección.
Un trastorno cada vez más común por el uso de las nuevas tecnologías
La enfermedad del ojo seco es un trastorno bastante común, sobre todo desde que hacemos un uso continuado de las nuevas tecnologías. Según los estudios realizados al respecto, esta nueva realidad ha aumentado de forma exponencial el número de afectados por este síndrome.
Las pantallas suelen afectar mucho al ojo, por lo que hay que tener unas precauciones para evitar que se produzca este trastorno. Algunas de las recomendaciones son hacer pausas cada cierto tiempo, parpadear con frecuencia, ajustar el brillo de la pantalla o utilizar gafas adaptadas a la pantalla del ordenador.
La blefaritis es una de las posibles causas del ojo seco. Esta afección, la blefaritis, no es contagiosa. Muchas personas la confunden, pero es importante diferenciar el ojo seco de la blefaritis, ya que son conceptos diferentes.
La blefaritis es la inflamación de los párpados que suele producir que estos se enrojezcan y produce dolor, así como lagañas en las pestañas. Se trata de un tipo de inflamación en los párpados que es muy habitual.
Uno de los motivos por los que se produce es porque todos tenemos una serie de bacterias en el ojo que pueden llegar a producirla. Los síntomas para detectarla es sentir los ojos llorosos, tener los ojos rojos o incluso la sensación de arena, ardor o escozor en ellos.
Cómo prevenir el síndrome del ojo seco frente a la pantalla
Una de las precauciones que hay que tomar para evitar el síndrome del ojo seco y las molestias que conlleva durante las largas jornadas frente a la pantalla es situarla a un mínimo de 60 centímetros de distancia.
También hay que tener en cuenta que la pantalla quede situada en un nivel por debajo de los ojos. En el caso de leer con el ebook, hay que intentar que este quede como a unos 40 centímetros de los ojos.
El uso de lágrimas artificiales es otra de las medidas que podemos llevar a cabo para evitar tener el síndrome del ojo seco. Existen unas de ácido hialurónico de alto peso molecular con las que se puede hidratar la superficie ocular para así evitar este trastorno.
Por supuesto, hay que tomarse pausas y evitar utilizar la pantalla cuando se esté muy cansado. Por último, hay que realizar visitas al oftalmólogo con frecuencia, sobre todo cuando pasamos de forma habitual mucho tiempo frente al ordenador.
En definitiva, mantener un buen estado de salud en los ojos es esencial si queremos tener una buena visión. Por lo tanto, si se sospecha que se tiene este síndrome, es esencial acudir a un oftalmólogo y, por supuesto, tomar las precauciones adecuadas para evitarlo.