Ciudad Hidalgo, 19 oct (dpa) – Ante la mirada de la Policía, balseros cruzan mercaderías de un lado a otro de la frontera entre México y Guatemala por el río Suchiate. La llegada de cientos de migrantes hondureños no ha detenido su actividad.
El comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla, realizó una verificación de las condiciones en que se encuentra la frontera sur mexicana, en donde cientos de policías esperan que llegue el grueso de la caravana de migrantes que salió de Honduras la semana pasada.
Sobre el puente internacional «Dr. Rodolfo Robles», que une la mexicana Ciudad Hidalgo con la guatemalteca Tecún Umán, Castilla observa el paso constante de balsas por el afluente del río, que sirve de línea divisoria entre ambas naciones.
Los comerciantes del río Suchiate, que trasladan todo tipo de mercancías en balsas, continúan su trabajo de forma normal, pero han acordado que no transportarán a migrantes hondureños «para evitar que nos quiten los permisos de trabajo», comentó uno de ellos a dpa.
En la rivera del lado mexicano del río se han asentado varios agentes de la Gendarmería. A unos metros se encuentran los balseros, cruzando de un lado a otro maíz, pinos, refrescos, leche en polvo, pastas y diversa mercadería.
Rigoberto, balsero guatemalteco, aclara que por el río no harán cruzar a los integrantes de la caravana de migrantes que empezaron a llegar desde Tecún Umán el miércoles. «Nosotros no los pasaremos», manifestó.
Se estima que la caravana está integrada por unas 3.000 personas, entre niños, mujeres y jóvenes que buscan llegar hasta Estados Unidos, aunque algunos tienen planeado quedarse en México.
La travesía de miles de kilómetros que iniciaron el viernes desde Honduras tiene diversos motivos, pero el principal es la violencia infligida por pandillas como la Mara Salvatrucha.
México endureció su discurso frente al que ha tenido ante otras caravanas, en medio de las presiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha amenazado con cortar la ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador y con militarizar la frontera con México si no es frenada esta «embestida», como la llamó.
El Gobierno mexicano ha advertido que los migrantes que intenten cruzar de manera ilegal serán deportados. El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, explicó hoy que se trata de una medida de protección, para evitar que los extranjeros sean víctimas del crimen organizado.
«Serán rescatados por la autoridad migratoria y serán devueltos a sus países. Se hace con una lógica de protección al migrante, porque muchas veces son víctimas de trata de personas», dijo en Radio Fórmula.
Aquellos que deseen quedarse en México pueden presentar una solicitud de refugio, pero es un trámite que dura hasta tres meses. La Cancillería mexicana indicó que desde el jueves por la noche empezó a recibir los primeros pedidos de asilo por parte de la caravana.
Sin embargo, algunos migrantes han manifestado que su intención de cruzar a México por el río Suchiate para evitar a las autoridades migratorias.
«Nos da igual que Migración nos espere. Nos vamos por balsa», mencionó el jueves uno de los coordinadores de la caravana, David López.
En ambos lados del río, los balseros continúan con sus actividades y solo se animan a trasladar a una persona si la ven sola, pero en grupos no los aceptan por el riesgo de perder sus permisos para trabajar.
El puente fronterizo es vigilado por la Policía, que ayudará a los agentes migratorios en caso de una oleada de migrantes hondureños. Mientras tanto, las actividades se desarrollan con normalidad.
Por Rafael Victorio (dpa)