MADRID (Reuters/Ep) La película del director mexicano Fernando Eimcke ‘Club sandwich’, que aspira junto a otros doce filmes a la Concha de Oro del 61º Festival de Cine de San Sebastián, tuvo una cálida acogida en el certamen.
El tercer largometraje de Eimbcke narra la historia de una madre especialmente unida a su hijo adolescente al que ve alejarse cuando éste descubre el sexo y el amor.
Filmada durante cinco semanas en la localidad mexicana de Puerto Escondido y con una pequeña habitación y una piscina de hotel como apenas único escenario, el resultado es «una joyita», «una película sin grandes artificios y muy centrada en lo humano» y «un soplo de aire fresco» en la sección oficial del certamen donostiarra, según los críticos.
Todo su equipo de la película se dio cita en la ciudad para presentar un proyecto que tiene mucho de coral y en el que todos han querido involucrarse al máximo.
En una rueda de prensa en el Kursaal, su director y también guionista, muy involucrado en sus trabajos anteriores en películas de adolescentes, dijo haber descubierto con esta película que el personaje principal no era tanto el del joven como el de la madre.
«A mí me cuesta mucho trabajar con personajes adultos, soy como un tipo Charlye Brown, para el que los adultos sólo hacen bur bur bur, nunca se ven. Tenía una especie de complejo de Peter Pan y ahora estoy entendiendo más a los otros, más entendiéndome a mí mismo», explicó.
Meticuloso y un poco obsesivo, como le definieron sus compañeros, Eimbcke destacó su interés por el personaje de la madre, interpretado por María Renée, en una película en la que la figura del padre está ausente.
De la buena salud, la potencia y la diversidad del cine mexicano habló con entusiasmo uno de los productores del filme, Christian Valdelièvre. «Hay una industria cinematográfica como nunca», aseguró en el Kursaal.
Una legislación apropiada, según Valdelièvre, ha permitido que el país latinoamericano produzca entre 60 y 70 películas al año, cuando hace 15 años no pasaba de la decena.
«Es el momento más importante del cine mexicano desde hace 50 años», explicó.
TORTURAS Y PERDÓN También dentro de la sección oficial se proyectó el filme ‘The railway man’ (‘Un largo viaje’), una coproducción entre Reino Unido y Australia del director Jonathan Teplitzky que narra la historia real de un oficial británico torturado por los japoneses en la Segunda Guerra Mundial y que ya en su jubilación se reencuentra con su torturador.
La película se adentra en el tema del perdón, «una cuestión que resulta interesante de explorar, porque es uno de esos elementos que definen a la humanidad y nos diferencian de los animales», dijo el director.