El cambio climático es un monstruo silencioso que desde hace varios años está causando estragos no sólo en la naturaleza y en los animales sino también en los seres humanos. Y es que, el calentamiento global ha ocasionado una serie de consecuencias que repercuten indirectamente la salud de todas las personas que habitan el planeta.
Algunas de las consecuencias del cambio climático que más repercuten la salud, son las siguientes:
Variación del clima: la humedad, el viento, la presión y el resto de los elementos del tiempo influyen en la salubridad del agua y los suelos, por lo que sus cambios pueden dar lugar a una menor calidad de estos recursos y, en consecuencia, puede verse afectada nuestra salud por el agua que ingerimos.
Aumento de las temperaturas: en los últimos cien años, la temperatura terrestre ha aumentado 0,75ºC y durante los últimos 25 esa tendencia se ha acelerado hasta llegar a 0,18ºC por década. Si bien esto es beneficioso para las regiones más frías, el calor también favorece la reproducción de insectos que propagan enfermedades como la malaria, el dengue o la fiebre amarilla. Además, el calor extremo puede agravar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, sobre todo en el caso de las personas de edad avanzada y de los niños.
Incremento de las catástrofes naturales: estos desastres se han multiplicado y han aumentado su intensidad en las últimas décadas. La Organización Mundial de la Salud calcula que fenómenos como los terremotos, huracanes o inundaciones –entre otros muchos– provocan la muerte de 60.000 personas cada año. Además de las víctimas inmediatas, las catástrofes naturales dañan las estructuras sanitarias de las poblaciones y dejan un rastro de enfermedades a su paso, especialmente en los países más pobres.
Desertización y sequías: la reducción de la tierra cultivable y la dificultad de acceso a fuentes de agua potable agravarán el hambre y la desnutrición, un drama que afecta en pleno siglo XXI a mil millones de personas en todo el mundo, sobre todo en África.
Deshielo de los glaciares: a lo largo del siglo pasado, el nivel del mar aumentó entre 10 y 20 centímetros como consecuencia de la expansión térmica y el deshielo de los glaciares. Según los datos aportados en la XXVI Conferencia Mundial sobre Cambio climático celebrada en Doha (Qatar), la capa de hielo del Ártico ha perdido sólo en 2012 una superficie comparable a la India. Esto conllevará la elevación de los mares y océanos, que propiciará inundaciones y obligará a desplazarse a las poblaciones cercanas a la costa.