Lugo, 27 ago (EFE).- Sonia Figueroa, de 32 años, permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Lucus Augusti en estado crítico, aunque estable, después de recibir el martes por la noche un disparo en la sien por parte de su pareja, un hostelero de 41 años, en Chantada (Lugo).
Este suceso se produjo tras la muerte el pasado domingo de Mónica Lorenzo, de 38 años, a manos de su marido, que se suicidó a continuación, todo ello en la localidad pontevedresa de Barro.
Mónica, que deja dos hijas menores, es la sexta víctima mortal de violencia machista en Galicia en lo que va de año -en todo 2013 fueron tres-.
La lucha de Sonia por sobrevivir empezó el martes alrededor de las nueve de la noche cuando recibió un disparo en la hamburguesería Piscis, propiedad del agresor, Antonio Fernández, y en la que ella trabajaba como camarera.
La Policía Local fue alertada del suceso por un particular que «pasaba por allí» y vio que en el interior del local, que permanecía cerrado, el dueño «se peleaba» con su pareja.
Una vez allí, los agentes vieron a la mujer en el suelo sobre un charco de sangre, de modo que rompieron un cristal para acceder al interior del local y detuvieron al presunto agresor y se incautaron del arma utilizada para disparar a Sonia Figueroa.
El 061 desplazó una ambulancia asistencial y personal sanitario del Punto de Atención Continuada (PAC) de Chantada. A continuación, Sonia Figueroa fue trasladada al Hospital de Monforte de Lemos y, posteriormente, derivada al HULA, donde fue intervenida de urgencia para extraerle la bala.
El alcalde de Chantada, Manuel Lorenzo Varela, comentó que «nada hacía presagiar que algo así pudiese ocurrir», puesto que no hay constancia de denuncias previas por malos tratos ante la Guardia Civil o el Centro de Información a la Mujer.
«Él era un hombre conocido en el mundo de la hostelería y desde que se independizó se hizo con la hamburguesería. La chica también muy conocida, muy afable, pero no tengo más referencias sobre ella», detalló el alcalde.
Un centenar de personas se concentró a las doce del mediodía a las puertas de la Casa Consistorial de Chantada para participar en un acto de repulsa contra la violencia de género, cuyo manifiesto leyó la responsable del Centro de Información á Muller, Beatriz Fernández.
Entre las autoridades, se encontraba el subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo, la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y la corporación municipal al completo, encabezada por el alcalde.
Además, media hora antes, a las once y media se celebró un pleno extraordinario.
El agresor continuaba ayer (por el miércoles) por la tarde en los calabozos de la Guardia Civil de Chantada, sin previsiones sobre su paso a disposición judicial debido a la ampliación de las diligencias.
El proceso se está demorando, entre otras razones, porque los investigadores van a realizar registros para los que necesitan autorización judicial.
Chantada vivió una noche trágica el sábado. Una hora más tarde, en torno a las diez, dos jóvenes eran atropellados por un vehículo, con el resultado del fallecimiento de una joven de 25 años, vecina de Chantada, y el ingreso hospitalario de un italiano de 29 años en el HULA con heridas de gravedad.
Según el atestado policial, los jóvenes circulaban anti-reglamentariamente por la carretera, con un grupo de personas, y sin prenda reflectante, lo que impidió presuntamente la visibilidad a la conductora del turismo, que dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas.
Los dos sucesos llevaron al gobierno local a suspender la verbena de la Fiesta da Empanada, una romería que cada año pone fin a las fiestas patronales y que, precisamente, iba a celebrarse ante la hamburguesería en la que Isabel Figueroa recibió un disparo.
Tania F. Lombao