Categoría: Turismo

  • Noruega : Senderismo en el parque nacional de Jotunheimen

    Noruega : Senderismo en el parque nacional de Jotunheimen

    Fit wie Peer Gynt - Wandern im Nationalpark JotunheimenGJENDESHEIM, Noruega (dpa) – Deben de ser mucho más que 1.000 personas ansiosas de aire fresco las que se reúnen este sábado de agosto en la orilla del lago para escalar la cresta del Besseggen. Todas quieren hacer una de las caminatas soñadas en el reino de los gigantes (Jotune, en noruego antiguo). Una excursión a pie de unos 17 kilómetros que pasa por la cresta de una montaña a lo largo del lago Gjende en el parque nacional noruego de Jotunheimen.

    Casi cada noruego conoce esta formación rocosa, al menos desde el momento en que el poeta Henrik Ibsen hizo que su personaje Peer Gynt, en el poema épico nacional homónimo, subiera a lomo de un macho cabrío por el monte Besseggen.

    Al pie de la cadena montañosa, de hasta 1.743 metros de altura, el grupo de caminantes se divide: la gran mayoría se traslada en barco, desde el albergue para senderistas más antiguo de Noruega, en Gjendesheim, a Memurubu. Un grupo minoritario elige la dirección contraria, iniciando la caminata en Gjendesheim.

    En ambos casos se abren vistas panorámicas espectaculares que nada tienen que envidiar a los paisajes de fiordos en el oeste del país. Alrededor del lago Gjende se alzan al cielo, dentro de los 1.151 kilómetros cuadrados del parque nacional, más de 250 picos de más de 1.900 metros de altura.

    Como si no fuese suficientemente hermosa la región montañosa con sus majestuosas crestas, picos cubiertos de nieve, lagos de montaña cristalinos, arroyos de espuma blanca y cascadas atronadoras, el Besseggen espera al excursionista con un panorama espectacular: más o menos a la mitad de la ruta, una estrecha cresta separa el lago Bessvatnet, profundamente azul, en una altura de 1.374 metros del lago Gjende, de color turquesa, ubicada a una altura de 984 metros.

    Después de una pausa para comer un bocadillo, el sendero sube por una cresta empinada hasta lo alto del monte Besseggen. Una vez alcanzada la cima, una vista de ensueño compensa todos los esfuerzos realizados, antes de que el camino continúe por una larga cresta para después regresar por una pendiente relativamente empinada a Gjendesheim.

    El hecho de que los noruegos se sientan tan unidos a la naturaleza y que les guste hacer senderismo, seguramente tiene que ver con su historia, marcada desde los tiempos de los vikingos hasta la era moderna por la agricultura, la pesca y la minería. Situadas en tierras áridas, las granjas muchas veces distaban varias millas una de otra, por no mencionar de las ciudades. Desde mediados del siglo XIX, el senderismo se convirtió en un deporte popular y en un estado de ánimo. En cada temporada de verano, corta en Noruega, caminan tan sólo por el Besseggen hasta 50.000 senderistas, es decir, más del uno por ciento de la población noruega.

    INFORMACIÓN BÁSICA: Senderismo en el parque nacional Jotunheimen.

    Cómo llegar: En avión a Oslo y luego en tren hasta Otta, donde hay que tomar el autobús 560 con destino a Gjendesheim. Desde Gjendesheim se puede viajar en ferry a Memurubu, cuatro veces al día durante la temporada alta y sólo una vez al día durante la temporada baja. La travesía dura unos 35 minutos. El viaje de vuelta a lo largo del lago dura entre tres horas y media y cuatro horas aproximadamente.

    Alojamiento: La Asociación Noruega de Senderismo (DNT) regenta numerosos refugios de montaña en Jotunheimen.

  • Destino Escocia, castillos, islas y contacto con la naturaleza.

    Destino Escocia, castillos, islas y contacto con la naturaleza.

    Wo die Wildnis noch wild ist-Inselhüpfen an der Küste SchottlandsBRODICK, Escocia (dpa) – El mar está bravo. Las nubes están bajas. La fuerza del viento es de 5,7 nudos. «Ningún problema. Cada día es diferente», dice John MacLeod, tercer oficial del transbordador de la compañía Caledonian MacBrayne. El hombre sabe de qué está hablando. Cinco veces al día viaja de la Escocia continental a la isla de Arran, siete veces por semana, con hasta 1.000 pasajeros y 100 coches a bordo: este es su mundo.

    Al día siguiente, el sol brilla y no hace viento. «Tengan cuidado. El tiempo puede cambiar bruscamente», advierte Corinna Göckerotz a los turistas aventureros que desde Brodick Castle se dirigen al Goatfell, con 874 metros el pico más alto de la isla. La alemana llegó hace nueve años a esta región para trabajar para la National Trust for Scotland (Asociación Nacional para Escocia), cuyo lema dice así :»Keep the nature wild» (Mantén la naturaleza en estado salvaje).

    Por esto, la asociación prefiere dar a los caminantes un mapa detallado y, de ser necesario, también una brújula en vez de atraer a demasiados turistas, que a lo mejor se sobreestimen a sí mismos, con una señalización supuestamente segura y abundante.

    El esfuerzo que hay que realizar para subir a la montaña vale la pena. Y cuando afortunadamente el velo de la niebla se disuelve en el momento adecuado para que se pueda disfrutar desde la cima de una hermosa vista panorámica de la bahía de Brodick, mejor todavía. «We did it» (lo hemos logrado). El ambiente es cada vez mejor.

    Un cambio de isla, un cambio del escenario, un cambio del estado de ánimo. En Lock Gruinart, en el noroeste de Islay, Emily Platt, de la Royal Society for the Protection of Birds (Sociedad Real para la Protección de Aves), no sólo vigila la reserva natural de 1.700 hectáreas, sino sobre todo a los innumerables pájaros que anidan o invernan en el parque nacional.

    Entre los visitantes humanos más bien escasos hay ornitólogos y turistas que caminan por senderos naturales para disfrutar del increíble silencio o escuchar el canto del cuclillo. Emily Platt no sabe por qué este lugar tiene un ambiente tan especial. «Nosotros hacemos exactamente lo mismo lo que la gente ha hecho durante siglos. Vivimos dentro del ciclo de la naturaleza».

    Volvemos a Arran. Por una cuestión de amor, Ann Hume vino aquí hace tres años desde la Escocia continental y se estableció en esta isla. «Es imposible estar más cerca de la naturaleza y más cerca de la gente», dice la ex profesora. ¿No tiene nostalgia de su anterior vida y de su entorno de antes? «En absoluto», dice.

    INFORMACIÓN BÁSICA: Islas escocesas

    Frente a las costas oeste y norte de Escocia hay muchas islas muy diferentes. La vida cotidiana de los habitantes de las islas está dominada por la llegada y salida de los transbordadores. Los ferries de Caledonian MacBrayne se dirigen a 24 destinos frente a la costa occidental de Escocia y en el fiordo de Clyde. Los llamados hopscotch tickets son billetes flexibles que ofrecen 25 opciones y tienen una validez de un mes a contar desde el primer día de excursión. (www.calmac.co.uk).

    Cómo llegar: Desde muchas ciudades europeas hay vuelos directos a Edimburgo y Glasgow. Desde la Europa continental hay conexiones de ferry entre Ámsterdam y Newcastle y entre Zeebrugge (Bélgica) y Rotterdam y Hull (norte de Inglaterra).

    Informaciones: Visit Scotland, Ocean Point One, 94 Ocean Drive, Edinburgh (Tel.: +44 (0) 131 472 2222, E-mail: info@visitscotland.com).

  • Destino Västervik : Una ciudad con cerca de cinco mil Islas.

    Destino Västervik : Una ciudad con cerca de cinco mil Islas.

    Eine Stadt mit 5000 Inseln - Im Schärengarten vor VästervikVÄSTERVIK, Suecia (dpa) – De todos lados acuden en masa: viejos y jóvenes, mujeres y hombres, adolescentes y niños. Sostienen en la mano hojas de encina y ramitas de retama, altramuz y margaritas. Con ellas adornan el tronco del mayo con sus dos coronas. Los espectadores aplauden y gritan vivas en la isla sueca de Idö cuando hombres jóvenes y fuertes levantan el árbol del solsticio de verano.

    El solsticio de verano se celebra en Idö, una de las 300 islas de uno de los archipiélagos más bonitos de Suecia, dice, segura de lo que está diciendo, Stine Porsgaard, gerente de turismo de Västervik. A unos 300 kilómetros al sur de la capital sueca, Estocolmo, se extiende a lo largo de unos 80 kilómetros frente a las costas de Västervik, en el mar Báltico, un mundo poco explorado de pequeñas islas e islotes. En verano, transbordadores comunican con la Suecia continental sólo las dos islas más grandes, Idö y Hasselö. Otros islotes sólo tienen una superficie de algunos metros cuadrados y se alzan sobre el mar como rocas blancas.

    «Puede ser que los islotes situados frente a Estocolmo sean más conocidos, pero los nuestros son diferentes», dice la directora de turismo Porsgaard. «En esas islas muchos habitantes de la capital tienen sus casitas de verano. La inmensa mayoría de nuestras 5.000 islas está despoblada».

    La pequeña ciudad de Västervik, de unos 21.000 habitantes, está llena de vida y tiene mucho que ofrecer a los turistas. Las opciones de alojamiento van desde algunos albergues municipales hasta la amplia urbanización turística con campings Lysingsbadet, muy popular entre las familias con hijos, pasando por el castillo feudal Gränso Slott con sus bungalows, su zona spa y el vecino campo de golf de 18 hoyos.

    En Västervik hay más de 3.000 «stuga», pequeñas cabañas de verano en todas las categorías de comodidad y de precios. La opción más lujosa tiene una terraza sobre el mar y ofrece una vista panorámica de las islas. Más modestas son las cabañas sin electricidad, dotadas con muebles viejos y con el baño afuera. Después de los suecos, la mayoría de los turistas en Västervik son alemanes, daneses, noruegos y holandeses.

    En Suecia, la celebración del solsticio de verano es la segunda fiesta más importante del año, después de la Navidad. «Exactamente desde hace 50 años venimos celebrando la noche del solsticio de verano, siempre un viernes entre el 20 y el 26 de junio», explica Susanne Rehorn, experta en tradiciones y costumbres paganas. En Suecia, la noche del solsticio de verano ya comienza a mediodía con una comida abundante de arenque, patatas recién cosechadas, cerveza, aguardiente, café y pastel de fresas. En más de 20 plazas en Västervik se celebran fiestas a las que están invitados los turistas.

    La oferta de ocio en Västervik es amplia: recorrer en bicicleta la ruta costera desde Loftahammar hasta la remota población de Flatvarp, una excursión en canoa por el archipiélago, la caminata diaria en el sendero de Tjustleden o simplemente matar el tiempo en una de las playas de arena. Incluso hay escaladores que viajan a las islas para subir por uno de los acantilados de gran altura.

    Hace más de 15 años que Tomas Liew llegó a la isla de Sladö, donde vive desde entonces de la pesca. «Mi mujer, Karina, nació aquí, pero soy originario de Västervik», relata el vigoroso jubilado. Thomas Liew encontró su tranquilidad en la soledad de Sladö, donde sólo viven seis hombres y mujeres, un perro y un gato. Esa tranquilidad no es absoluta, sin embargo: entre mayo y septiembre, Liew invita siempre a turistas a acompañarlo en su barco para tender entre las pequeñas islas las redes y nasas.

    Los turistas tienen que levantarse muy temprano para recoger en la mañana, junto con Tomas, las redes. El sol brilla en un cielo profundamente azul. No corre ni una brisa. Esta vez no hay muchos peces que se agitan en las redes. Un par de teleósteos, un abadejo y una lubina se han enredado en las mallas.

    Thomas se apasiona cuando habla de las 5.000 islas frente a las costas de Västervik. En otoño, el tiempo es estable en las islas, las hojas de los abedules se ponen de un color amarillo dorado y en octubre sólo quedan pocos turistas en las islas más bonitas de Suecia.

    «Sólo en los meses siguientes la vida realmente se pone dura para nosotros aquí. A finales del otoño y a principios de la primavera muchas veces la capa de hielo que cubre el mar Báltico no es lo suficientemente gruesa como para poder ir en el vehículo de oruga de Sladö a Västervik», dice Liew. Durante esos meses ya no hay tráfico marítimo. Entonces, los seis hombres y mujeres, el perro y gato tienen que arreglárselo solos. Pero esa es otra historia

    INFORMACIÓN BÁSICA: Västervik

    La pequeña ciudad de Västervik, de unos 21.000 habitantes, está situada en la costa del mar Báltico, a unos 300 kilómetros al sur de Estocolmo. Frente a Västerik se encuentran en el mar Báltico, a lo largo de unos 80 kilómetros, 5.000 islas.

    Cómo llegar: En avión a Estocolmo y desde allí en coche de alquiler por las autovías E 4 y E 22 a Västervik. El viaje dura unas cuatro horas.

    Cuándo viajar: La temporada alta va del 2 de julio al 19 de agosto (época de vacaciones en Suecia). Durante la temporada baja, en junio, fines de agosto y septiembre, el ambiente es más tranquilo y los precios son más bajos

    Alojamiento: En Västervik y los alrededores hay una amplia oferta de cabañas. En términos generales, cuanto más cerca del mar están, o en una isla, más caras son, aunque no necesariamente más cómodas. Las cabañas sencillas en las islas ofrecen muy poco confort y en algunos casos tienen el baño afuera y carecen de electricidad.

    Información: Oficina de Turismo de Västervik, Rådhuset (Ayuntamiento), SE-593 30 Västervik, (Tel.: 0046/490/25 40 40, E-Mail: turistbyran@vatervik.se).