El mercado inmobiliario ha vuelto a dar un giro de 180 grados desde el pasado marzo. Mientras comenzaba a remontar tímidamente en lo que a precio se refiere y a poner en movimiento alquileres y ventas en las principales capitales de provincia, con la llegada del confinamiento, las necesidades de un alto porcentaje de familia cambiaron, buscando espacios más abiertos, más a las afueras y, a ser posible, con un pequeño jardín o terreno; por eso cada vez son más las personas que optan por casas modulares, sus ventajas son muchas, e invertir en una de ellas es hacerlo en calidad de vida.
¿Qué ha supuesto esto? Un nuevo boom del sector: la venta de terrenos.
El hacerse con una parcela en algún pueblo de las afueras de las principales capitales ha sido un sueño cumplido por muchos que han buscado en el teletrabajo una excusa para ganar calidad de vida y adentrarse en un entorno mucho más natural en el que volver a estar en contacto con la naturaleza, el aire limpio y el silencio y la falta de prisa.
Así, las inmobiliarias han visto, al igual que los bancos, que la demanda para comprar parcelas ha sido superior de lo que era hasta entonces, abriéndose un nuevo mercado que ha permitido que la llamada España vaciada pueda tener una salida viable gracias a cientos de familias que se han decidido a volver al mundo rural para vivir.
Pero, ¿qué hacer después de comprar la parcela?
Muy fácil, hay dos fórmulas que se pueden seguir: invertir en un proyecto, arquitecto y obra de una casa tradicional hecha a medida del consumidor o bien, la tendencia en alza, apostar por casas modulares que, en un periodo de tiempo corto, están habilitadas para entrar a vivir.
Aunque aún hay escépticos con este tipo de propuesta, la calidad de las casas prefabricadas que actualmente se ofertan en el mercado es muy superior a lo que se pueda pensar.
“Cuando se habla de casa prefabricadas la gente inmediatamente piensa en una cabaña de madera, pero nada más lejos de la realidad. Actualmente existen opciones en el material que más le apetezca al comprador. Desde hormigón, pasando obviamente por la madera, pero sin olvidar tampoco el acero, hay un mundo de casas modulares a medida de las necesidades de cada persona” explican desde Facilhome.
La principal ventaja, más allá del tiempo de instalación, pasa por la adaptación de metros que se necesiten, que, de hecho, al ser modulares, pueden acabar incrementándose con el tiempo si el usuario así lo necesitara.
“Hablamos de proyectos y modelos modernos, de una arquitectura más que cuidada y con una eficiencia energética probada. Además, hay una gama de precios que se ajusta a los presupuestos más ambiciosos, pero que quienes quieran invertir algo más, podrán disfrutar de una casa que es, sin duda, todo un acierto en lo que a líneas, calidades y optimización de espacio se refiere” explican.
Y es que ya sea algo de tipo rústico, algo de dos plantas al más puro estilo de casa americana o algo moderno de líneas blancas rectas que recuerde incluso Ibiza, hay una gama de modelos que sirve para que, en cuestión de semanas, la vida de ese giro de 180º que se buscaba.