Los juguetes forman parte de nuestras vidas, todos hemos tenido un peluche, un cochecito o una casa de muñecas con las que hemos pasado buenos momentos y vivido aventuras inolvidables, jugar no entiende de edades, pero con el paso de los años muchas personas van cambiando de aficiones, aunque no es menos cierto que otras tantas convierten en “hobbies” sus pasiones del pasado, hay gente que colecciona todo tipo de juguetes, y también hay familias en las que esas piezas han ido pasando de generación en generación.
Aunque hoy en día muchos niños se decantan por los videojuegos, los nuevos aparatos tecnológicos y las “nuevas tendencias”, también hay otros muchos que saben sacarle un buen partido a los clásicos, pues ¿Quién no ha montado y vivido rodeado de casas de muñecas, castillos, barcos o los héroes del momento?, sin olvidarnos de las “cocinitas” con las que tanto se puede disfrutar y aprender, los juguetes de “toda la vida” nos ayudan a aprender, a desarrollar valores y también hacen que tanto niños y no tan niños sean mucho más imaginativos y creativos, un juguete es un universo de sueños, aventuras y posibilidades, pues, y un juguete también ayuda a sociabilizarse.
Compartir horas de juego con amigos, primos o hermanos ayuda a crear lazos que pueden ser para siempre, pero también tenemos que tener en cuenta el papel de la familia, dedicar unas horas a jugar y ser parte de ese universo infantil es muy importante.
Casa de muñecas: Su primer hogar
Las casas de muñecas pueden ser el primer “hogar” de los más peques y también pueden ser el sitio en el que se sientan más felices, en ellas podrán vivir aventuras con sus muñecas o muñecos, y cuando te des cuenta de todo lo que les puede aportar será uno de eso regalos que también tendrás en tu mente para los futuros miembros de la familia o para hijos o hijas de tus amigos…
Soñemos y disfrutemos
Para los más peques de la casa existen las puertas del ratoncito Pérez, son pequeñas puertas mágicas, habitualmente de madera, por las que el ratoncito Pérez accede a la habitación de tu hijo para obsequiarle por la entrega de un diente, sin duda todo un acontecimiento que se vive con ilusión y por el que muchos peques esperan durante la noche para ver que sorpresa les ha traído este simpático personaje.
Estas puertas pueden colocarse en una pared a una altura baja, encima del rodapié, aunque también las puedes colocar en una estantería o lugar secreto de la casa, la ilusión y la diversión estará siempre garantizada.
Aprender jugando
A todos nos gusta ver como los niños crecen y aprenden, para ello podemos comenzar con pequeños puzles, con casas que puedan construir, las pinturas y la plastilina también ayudan a desarrollar su creatividad y luego tenemos la opción de ir creando juguetes caseros.
- Un ejemplo sencillo: Imagina que al peque o a la princesa de la casa le gusta ser pirata, pues bien, vamos a crear su propia flota, para ello necesitamos algo tan sano y nutritivo como son las nueces, unos palillos, una servilleta de papel y un poco de plastilina. Cuando tenemos las nueces abiertas y vacías las rellenamos con la plastilina, le ponemos el palillo y le añadimos el trozo de papel como vela; luego en un barcal o en la bañera podremos ver como su flota pirata surca los mares. Sencillo, creativo y divertido.
Elegir los juguetes para cada edad
A la hora de comprar o regalar un juguete tenemos que tener en cuenta dos cosas, la edad del niño y sus gustos, no debemos imponer nunca un juego o un regalo a los peques, pues no lo verán como una opción de ocio y diversión, por ello es bueno informarse siempre de aquello que compramos y sus posibles riesgos, ¿Quién no se ha metido “de todo” en la boca?
También tenemos que intentar que los juguetes sean sencillos, a más dificultad mayor rechazo, pero ojo ¡! Los niños son mucho más inteligentes de lo que pensamos, y por eso debemos respetar “sus mundos” y dejar que ellos les den la forma soñada y deseada.