El estilo de alimentación que llevamos juega un papel fundamental para la salud. Muchas veces, consumir alimentos muy procesados y de mala calidad puede ocasionarnos complicaciones o enfermedades a largo plazo.
Por esto, cultivar plantas en nuestro propio jardín para el consumo personal de alimentos o, incluso, en plan decorativo, es una estrategia muy positiva para tener un estilo de vida más saludable y comer alimentos de mejor calidad.
Claro que, para cultivar en un jardín, es necesario contar con los fertilizantes, herramientas, insecticidas y abonos adecuados para las plantas. Hoy en día, la producción vegetal ha sufrido un cambio importante, en términos de mejoría productiva, debido a la utilización de fertilizantes inorgánicos. Sin embargo, es imprescindible hacer un uso adecuado de estos productos, ya que, el uso indiscriminado de los mismos puede afectar también tu salud y la salud del suelo.
Por tanto, se ha comprobado que combinar equilibradamente fertilizantes inorgánicos con fertilizantes orgánicos es la clave para lograr una agricultura sana y funcional.
En la misma línea, los beneficios de las hortalizas cultivadas en casa son innumerables, ya que, como ya mencionamos anteriormente, comer alimentos producidos por nosotros mismos, es bueno para mantener el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
No obstante, los beneficios no son sólo para la salud, puesto que tener un huerto en casa también te ayudará económicamente, ya que, el cultivo de hortalizas te permitirá ir menos veces al supermercado para comprar verduras y vegetales.
Por otro lado, cultivar alimentos en casa contribuye indirectamente a que tu hogar esté bien decorado porque las plantas y las hortalizas aportarán color y alegría a tu vivienda, creando de este modo un ambiente cálido y acogedor.
También es importante que tengas en cuenta que el cultivo de un pequeño huerto familiar no es nada complicado, ya que, sólo se necesita dedicar un poco de tiempo al riego, a la fertilización y observar el estado de la salud de las plantas.
Asimismo, cultivar en casa es educativo para tus hijos, quienes desde pequeños pueden conocer la importancia de la agricultura. Así, aprenderán cómo funciona el ciclo de la naturaleza, comprobando cómo una semilla se convierte en una planta y cómo, en su caso, de ella se obtienen los frutos. También podrán observar cómo afectan las estaciones, ya que, entenderán que las plantas necesitan una frecuencia de riego diferente en verano que en invierno.
Por último, cuando cultivas plantas aromáticas en tu jardín como el cebollino o el cilantro, tienes la ventaja de tener estos ingredientes frescos a la mano en tu cocina y sentir su agradable olor cada día. Además, el sabor es totalmente diferente, sólo hay que probarlo para darse cuenta.
Así que, si tienes un jardín en casa y te agrada la idea de cultivar tus propios alimentos, no lo pienses y lánzate a la aventura de empezar a llevar un estilo de vida más saludable de la mano de tus mismas cosechas. Recuerda que no hay nada más gratificante que preparar una ensalada con los vegetales que tú sembraste y cuidaste. Es simplemente una recompensa que no tiene precio.